Meta, la compañía de Mark Zuckerberg que integra Facebook, Instagram, WhatsApp y Messenger, acaba de hacer un anuncio sin precedentes en su compañía. Y digo sin precedentes porque, al contrario de lo que suelen hacer los titanes tecnológicos, no es un avance sino una vuelta atrás a su fórmula, para llevarnos hasta nueve años atrás.
El nuncio en cuestión es que Facebook volverá a tener Messenger integrado dentro de la aplicación. A pesar de que en 2014 decidieron crear Messenger como una aplicación a parte de la red social, con un acceso directo a través de Facebook pero que necesitaba una descarga a parte, las nuevas funciones de la plataforma han llevado a replantear su integración.
“Estamos probando la posibilidad de que los usuarios accedan a su bandeja de entrada de Messenger desde la aplicación de Facebook y pronto verás cómo ampliamos estas pruebas”, explica Tom Alison, el director de Facebook. El motivo es que pronto integrarán nuevas funciones, algunas relacionadas con la Inteligencia Artificial, que serán mucho más funcionales con el chat dentro de Facebook.
A pesar de que muchos creían que Facebook estaba en sus últimas, Allison también aclara que “Facebook no está muerto ni moribundo, sino vivo y próspero, con 2.000 millones de usuarios activos diarios“. Y es que, si bien ha cambiado todo mucho en las últimas dos décadas, podemos decir que Meta ha sido siempre el gran líder de los chats y las conversaciones. Y para darse cuenta de ello solo hay que echar un ojo a cómo ha evolucionado todo en los últimos años.
MSN Messenger: antes de Facebook
En la era pre-WhatsApp y pre-Facebook, existió un rey indiscutible en el mundo de la mensajería instantánea: MSN Messenger (rebautizado en 2005 como Windows Live Messenger). Durante casi 15 años, este software de Microsoft se convirtió en la principal forma de comunicación en línea para millones de personas en todo el mundo. Fundado por Microsoft, era el software por excelencia antes de que Mark Zuckerberg hiciera de las suyas.
Estábamos en los inicios de los años 2000, internet estaba en pleno auge y cada vez más personas tenían acceso a él. En este momento, MSN Messenger llegó al mercado, permitiendo a los usuarios chatear en línea con amigos y familiares en tiempo real. A diferencia del correo electrónico, que podía tardar horas o incluso días en llegar, MSN Messenger ofrecía una comunicación inmediata y efectiva.
Además de ser gratuito, MSN Messenger tenía una interfaz fácil de usar y personalizable. Los usuarios podían elegir su nombre de usuario, cambiar el fondo de pantalla y personalizar su estado en línea. Pero lo que realmente hizo que MSN Messenger fuera tan popular eran sus novedades: los estados, perfiles, emoticonos y zumbidos eran algo único. ¿Quién no recuerda el aparatoso sonido de los zumbidos?
MSN Messenger era especialmente popular entre los adolescentes, e incluso ayudó a generar un nuevo lenguaje lleno de diminutivos y con un abecedario propio para los emoticonos. (L) era corazón y :$ estar avergonzado. Eso era así entonces y, para muchos, aún lo es ahora.
Pero, a medida que la tecnología avanzaba, fueron surgiendo alternativas de mensajería instantánea, y con la creciente popularidad de los smartphones, los usuarios comenzaron a preferir aplicaciones de mensajería que pudieran usar en cualquier dispositivo, en cualquier momento y en cualquier lugar.
En un intento por mantenerse al día con la competencia, Microsoft intentó reinventar MSN Messenger en varias ocasiones. Pero, para entonces, ya era demasiado tarde. La mayoría de los usuarios habían encontrado alternativas que se ajustaban mejor a sus necesidades, y MSN Messenger se convirtió en una reliquia del pasado.
El reinado de Facebook
Mientras MSN Messenger crecía, otra plataforma lo hacía a su lado y de una forma paralela: Facebook. Desde su fundación en 2004 por parte de Mark Zuckerberg, la plataforma se convirtió en un hito sin precedentes en internet. En tan solo cuatro años, en 2008, contaba con más de 100 millones de usuarios activos mensuales, y para 2012, ese número había aumentado a más de mil millones.
Uno de los principales factores detrás del éxito de Facebook fue su capacidad para adaptarse y evolucionar a medida que cambiaban las tendencias y tecnología online. La plataforma agregaba funciones y herramientas nuevas a lo largo de los años, incluyendo la capacidad de compartir fotos, videos y actualizaciones de estado, así como la creación de grupos, páginas y eventos.
Pero hubo una función que lo cambió todo para la mensajería online: el chat de la plataforma. Los usuarios comenzaron a utilizarlo de forma activa, así como su posibilidad de hacer videollamadas —que competía contra Skype, de Microsoft— y esto hizo que, poco a poco, MSN Messenger fuera decreciendo.
Pero hubo otro factor que provocó la caída completa de MSN Messenger; una app que llevamos años utilizando sin parar y que se ha convertido en una herramienta necesaria de nuestro día a día: WhatsApp.
WhatsApp: el servicio de mensajería definitivo
En 2010 surgió una aplicación que lo cambiaría todo: WhatsApp. Fundada por Jan Koum y Brian Acton, dos ex empleados de Yahoo!, la aplicación se convirtió rápidamente en una de las aplicaciones de mensajería más populares del mundo.
WhatsApp fue diseñada para ofrecer una alternativa más económica a los mensajes de texto tradicionales, y su éxito se debió en gran parte a su capacidad para enviar mensajes de texto, voz y multimedia de forma gratuita. Además, su interfaz sencilla y fácil de usar la convirtió en una opción popular entre los usuarios de todo el mundo.
Centrada en su uso en smartphones en un momento inmejorable para estos hardwares, WhatsApp consiguió destacar por encima de cualquier alternativa. Y pronto se convirtió en el complemento perfecto de Facebook. Así, a pesar de que los chats de Facebook seguían utilizándose, cada vez más personas se pasaban (o lo complementaban) con WhatsApp, de forma que Zuckerberg hizo lo único que podía hacer: comprar la aplicación.
En febrero de 2014, Facebook adquirió WhatsApp por la asombrosa cifra de 19.000 millones de dólares, lo que hizo que la aplicación formara parte del gigante de las redes sociales. Aunque algunos usuarios temieron que la adquisición pudiera significar el fin de WhatsApp, la aplicación ha seguido siendo popular y ha continuado evolucionando hoy en día.
WhatsApp + Facebook Messenger, la combinación perfecta
El chat de Facebook comenzó a crecer y en 2011 se convirtió en Facebook Messenger, un servicio más avanzado de la red social que buscaba acabar de una vez por todas con MSN Messenger. Lo hizo pronto, puesto que en 2014 se cerró la aplicación por fin; y lo hizo, además de por su descenso continuado, porque Facebook ya le había tomado la delantera.
Por una parte, ese mismo año compró WhatsApp, el servicio de mensajería definitivo. Y, por otra parte, Facebook también aprovechó para lanzar Messenger como una aplicación independiente. En ese momento tenía sentido; se comenzaba a utilizar con cada vez más frecuencia en smartphones, y ser independiente le permitía tener un control mucho mayor sobre su plataforma.
De este modo, Facebook comenzó a trabajar en dos servicios independientes y alternativos pero conectados entre sí. No es que se hiciera la competencia con WhatsApp, sino que cada una de estas plataformas servía para propósitos distintos. WhatsApp era más para tener conversacions clásicas con amigos y Facebook Messenger para hablar con gente con la que no podías contactar de otro modo y poder compartir cosas únicas que solo podrías a través de un ordenador.
De este modo, durante años crecieron y compartieron reinado dentro de una misma empresa, y aunque surgieron alternativas peligrosas como Line y Telegram, nunca dejaron de coexistir en lo más alto. Más tarde, con Instagram se hizo algo similar, aunque el chat siempre estuvo integrado en la red social, y ahora parece que Facebook quiere volver a sus orígenes anteriores a 2014.
