Esta semana está siendo decisiva en la llamada Guerra de la Inteligencia Artificial. Desde que OpenAI lanzara ChatGPT y Microsoft se hiciera con su fórmula con una inversión de 10.000 millones de dólares, el mundo estaba esperando el momento de que Google moviera ficha, ante la amenaza que suponía para el buscador. Y, por fin, Google ha anunciado Google Bard, su nueva IA que supondrá un antes y un después en el buscador.
Pero no todo ha salido tan bien como se esperaba. Prácticamente a la vez que Google lanzaba Bard, Microsoft anunció a bombo y platillo Prometheus Model, la integración de ChatGPT tanto en Bing como en Microsoft Edge. El anuncio ha llegado con la consolidación de que utilizará el sistema de lenguaje GPT-4, la última actualización de la tecnología. Y lo ha hecho junto a la promesa de que “es un nuevo día para los motores de búsqueda“.
Tanto Bard como Prometheus, a priori, hacen cosas similares. Al final, son IAs que servirán para dar respuestas rápidas a los usuarios y utilizarán la información recopilada por internet en tiempo real para ser lo más efectivas posibles. Sin embargo, hay un claro vencedor en esta primera batalla: Microsoft se ha impuesto claramente a Google.
Solo hay que ver el gráfico de la variación de sus acciones tras el anuncio de Bard y Prometheus para darse cuenta de la “brutal paliza” que ha dado la empresa de Bill Gates a la de Sundar Pichai en su presentación.
Mientras Microsoft ha crecido de forma exponencial y se ha establecido en números muy superiores, Google ha caído en picado hasta cifras muchos más bajos de los habituales. Teniendo en cuenta que partían de una situación prácticamente igualada, queda claro que ambos anuncios han tenido críticas muy dispares.
¿Cuál es el problema de Google Bard?
El principal motivo por el cual Google Bard no ha funcionado tan bien como se esperaba en su presentación se basa en un problema de elección de ejemplos sobre la herramienta. En una entrada del blog de Google donde se publicita Bard y se habla sobre las bondades de este nuevo modelo de lenguaje, se publicaron varios ejemplos de respuestas a simples preguntas sobre varios temas.
Una de las preguntas que podían leerse era “¿qué nuevos descubrimientos del telescopio espacial James Webb puedo contarle a mi hijo de 9 años?”. La pregunta, claro, incluye cierta subjetividad interpretativa que un buscador normal no podría gestionar. Una de las respuestas generadas ante dicha pregunta sobre el telescopio de la NASA dice “JWST tomó las primeras imágenes de un planeta fuera de nuestro propio sistema solar”. Y… no, no es cierto. La primera imagen tomada en la historia de la humanidad de un exoplaneta la captó el Very Large Telescope de Chile, en el año 2044.
Este fallo ha provocado un descenso de 106,77 dólares a 98,98 dólares en la empresa matriz de Google, Alphabet. Esto se traduce, para que os hagáis una idea del tamaño problema, en una pérdida de 120.000 millones de dólares. Y si le sumamos que Microsoft estaba triunfando mientras tanto, os podéis imaginar el drama.
Este error ha propiciado la desconfianza hacia Bard. Si ni los trabajadores de Google son capaces de poner buenos ejemplos de su funcionamiento, ¿cómo será la experiencia de usuario? Vale, está claro que es una IA que todavía tiene que perfeccionarse y probablemente no falle tanto en el futuro. Pero ChatGPT lleva ganándose a los usuarios desde su gestación, así que Microsoft lo tenía hecho.
Aun así, esta solo es la primera batalla de las muchas que quedan por llegar en la Guerra de la IA. Así que estaremos atentos para ver cómo evoluciona todo.
