El mundo está cambiando a pasos agigantados. Herramientas como ChatGPT o el nuevo Bing han conseguido acercarnos a un futuro que parecía que solo estaba reservado a las películas de ciencia-ficción. La revolución de la inteligencia artificial acaba de comenzar y de momento, no parece que vaya a irse a ningún lado.
Primero, tenemos que entender qué hace exactamente la inteligencia artificial. Según podemos leer en la web de Microsoft, la inteligencia artificial funciona mediante el uso de las matemáticas y la lógica. Se trata de un sistema informático que simula el razonamiento que seguiría una persona.
A pesar de lo Terminator que pueda sonar, lo cierto es que en tu día a día ya interactúas con muchas inteligencias artificiales sin darte cuenta. ¿Alguna vez te has preguntado cómo funciona el filtro de spam de tu correo electrónico? ¿O tu altavoz de Alexa? Todo va al mismo punto: la inteligencia artificial.
Sin embargo, esta tecnología ha conseguido captar la atención del público menos interesado en estos temas. El surgimiento de ChatGPT o Midjourney ha hecho que, literalmente, cualquier persona con acceso a Internet pueda realizar tareas muy complejas en cuestión de minutos.
El funcionamiento de ChatGPT se basa en GPT, un modelo de lenguaje (LLM) entrenado con ingentes cantidades de texto y que le permite responder como si se tratara de una persona cualquiera. ChatGPT es capaz de conversar y generar redacciones completas, correos, cartas e incluso programar.
Esta tecnología tan impresionante se encontraba limitada por un aspecto importante: solo pueden completar tareas una por una, como responder una pregunta. Esto significa que no siempre es útil para realizar tareas más complejas o que requieran varios pasos. Ante ello, ha surgido una nueva herramienta que soluciona esta problemática: AutoGPT.
¿Qué es AutoGPT?
Los creadores de ChatGPT (OpenAI) han limitado las capacidades de modelos como GPT para evitar que sus acciones se salgan de control. Por otro lado, AutoGPT es capaz de tomar sus propias decisiones y realizar las acciones que considere, siempre y cuando siga unos objetivos y reglas. AutoGPT crea sus propias instrucciones y se las devuelve a sí mismo en una especie de bucle.
Piénsalo así: para obtener los mejores resultados de ChatGPT, hay que pensar muy bien en la petición que vamos a hacerle y cómo formularla. Entonces, ¿por qué no dejamos que la propia aplicación construya la pregunta por sí misma? De esta forma, que se pregunte cuál debe ser el siguiente paso a seguir hasta completar la tarea que se le ha asignado.
Si sumamos su acceso a Internet (cosa que ChatGPT no tiene), AutoGPT puede buscar todo tipo de información. No obstante, tampoco puede hacer cosas como comprar online a traición con nuestra tarjeta de crédito. El modelo solicita permiso en todo momento para hacer cualquier cosa y los limites dependerán de cada usuario.
¿Que aplicaciones tiene hoy en día AutoGPT?
Una de las características de AutoGPT que ha hecho que se vuelva tan sonada es su capacidad para generar código. Al final, AutoGPT podría usarse (y se usa) para desarrollar aplicaciones completas de principio a fin.
La herramienta también es capaz de analizar flujos de trabajo y hacer recomendaciones inteligentes, algo que sería de gran valor para las empresas por ejemplo. Si además contamos con su conexión a Internet, podríamos llegar a pedir a AutoGPT que realice estudios de mercado o que incluso, encuentre productos muy baratos.
Visto lo visto, muchos se preguntan cómo impactará esto en la sociedad, tanto a largo como a corto plazo. Lo cierto es que la respuesta no está nada clara. ¿Se convertirá AutoGPT en el siguiente paso a seguir dentro del mundo de la inteligencia artificial?
La IA no dejará de evolucionar y no tardaremos en ver herramientas cada vez más capaces y creativas, que vayan mucho más allá de generar textos o imágenes. Con el tiempo, estos modelos cambiarán profundamente la manera en la que trabajamos y nos comunicamos (incluido nuestro tiempo de ocio).
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