La huelga de guionistas ya es una realidad en Hollywood. El sindicato de guionistas de Estados Unidos (WGA) ha comenzado, desde el 1 de mayo, una huelga en la que se llama a la paralización de todas las actividades de guión y escritura de productos audiovisuales. De este modo, los escritores buscan luchar por unas mejores condiciones en el sector.
El principal de los motivos de esta huelga es el salario de los guionistas. A pesar de que, en la última década, los presupuestos de las series han aumentado hasta en un 50%, el sueldo de los escritores ha descendido un 4% de media. Si sumamos a esto que trabajan más horas que nunca y que la nueva era de las series hace que cada vez menos guionistas tengan trabajo —hay menos capítulos y menos temporadas—, la situación empeora.
Otra gran petición de los guionistas es que se les retribuyan correctamente los royalties, ya que la opacidad de plataformas como Netflix o HBO Max provoca que no sepan cuánta gente ve una serie, película o programa, y eso acaba repercutiendo en que no ganen lo debido por derechos de autor.
Pero uno de los puntos más conflictivos de los guionistas en esta pugna no tiene que ver, ni siquiera, con sus condiciones, sino con un peligro que puede llegar en cualquier momento: la Inteligencia Artificial. Desde la WGA han pedido a la la Alliance of Motion Picture and Television Producers, la asociación de productores que organizan estos acuerdos, que prohíban el uso de IA en cualquier parte del proceso de escritura. Y, de momento, la alianza se ha negado.
¿Es ChatGPT una amenaza para los escritores?
Ya llevamos unos meses advirtiendo sobre el peligro que puede comportar la Inteligencia Artificial para muchos trabajos. Si bien es una oportunidad única para crecer como sociedad, también está generando muchos conflictos, sobre todo en las disciplinas artísticas.
Las imágenes generadas por IAs como Midjourney, Dall-e o Stable Diffusion ya han provocado quejas por parte de ilustradores y dibujantes de todo el globo. El principal problema al que acusan a estas herramientas es el plagio, y además está perjudicando el trabajo de muchos artistas que han perdido la oportunidad de crear carteles o incluso cómics por su propio trazo.
En el caso de la escritura, ocurre tres cuartos de lo mismo. ChatGPT es una herramienta que cada vez integra a más gente, y aunque la mayoría la utiliza para tareas mundanas como hacer la lista de la compra o escribir un email, ya hay muchos que le están sacando beneficios en el entorno laboral.
Desde cuentos escritos por Inteligencia Artificial hasta creaciones de programas electorales, se puede hacer de todo a través de ChatGPT y otros chatbots similares. Por supuesto, también se pueden hacer guiones, y aunque su calidad no llegue todavía al nivel de Hollywood, los productores son como son… y no sería de extrañar que quieran usar esta mano de obra gratuita antes que gastar dinero en guionistas expertos.
¿Puede ChatGPT escribir un buen guión?
Pero ¿está ChatGPT preparado para llevar a cabo un guión de una serie o película? Es algo que se ha puesto a prueba incluso en un episodio de South Park, y desde luego puede ser una tendencia hacia el futuro. Pero nosotros hicimos la prueba hace tres meses… y tenemos nuestras propias conclusiones.
- ChatGPT, evidentemente, tira de tópicos. Después de hacer nuestro análisis a través de tres sinopsis generadas por la IA, nos dimos cuenta de que ChatGPT no es más que un paraguas de tópicos y clichés que se repiten una y otra vez en las historias. Esto provoca que sus ideas de películas sean bastante infantiles y, en general, maniqueas.
- ChatGPT no es capaz de profundizar. A pesar de que la herramienta de OpenAI sí es capaz de crear una estructura de guión y elaborar una premisa, no consigue profundizar en los detalles ni los personajes. Quizás, al no contar con la conciencia humana necesaria tras una historia, es lo que más le cuesta.
- ChatGPT no sabe lo que es el subtexto. Los diálogos son uno de los puntos más flojos de la IA. Puede que tenga claro qué deben decir los personajes, pero no tienen ni la más remota idea de cómo deben hacerlo. Las intenciones ocultas, las emociones soterradas, las metáforas… todo lo que de verdad genera un buen guión es lo que no tiene la IA.
Más allá de eso, podríamos analizar muchos más errores de principante —o de robot— de la IA, pero lo que está claro es que todavía no está preparada para hacer ni un guión de Élite. Y, por lo que sabemos sobre el futuro de los chatbots, tampoco parece que vaya a cambiar la cosa demasiado de aquí a poco.
No obstante, conociendo a los estudios, siempre bajo el paraguas de grandes empresas, está claro que la WGA hace bien en protegerse. Y es que el arte es lo único que tenemos para diferenciarnos de las máquinas… por más que lo intenten.
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