Hoy, Elon Musk vuelve a mostrarnos sus grandes dotes de gestión empresarial. Un juez estadounidense ha firmado el desalojo de una de las oficinas de Twitter ubicadas en Boulder, Colorado. Este desalojo se debe al impago de hasta tres meses de alquiler por parte de la compañía de Musk al casero de dichas oficinas.
Según recoge Denver Business Journal, Twitter pagó por el alquiler de las oficinas de Boulder, propiedad de un arrendador con sede en Chicago, mediante una letra de crédito de 968.000 dólares. No hubo problemas con el alquiler de las oficinas desde febrero de 2020, cuando se envió la letra de crédito, hasta marzo de este año, fecha en la que el dinero se agotó. Desde entonces, la compañía no ha pagado ni un solo mes de alquiler.
El propietario del inmueble demandó a Twitter en mayo, y el día 31 del mismo mes el juez dictó una orden de desalojo, que se debería producir en los 49 días posteriores y que contaría con la colaboración del sheriff del distrito. En su momento, las oficinas de Boulder llegaron a tener hasta 300 empleados de Twitter, pero los despidos masivos por los que pasó la compañía después de la llegada de Musk debieron reducir (por mucho) ese número.
Y si toda esta situación te suena es porque no es algo nuevo, precisamente. A principios de año, recogíamos otra denuncia por impago de alquiler por parte de la empresa Columbia Property Trust, propietaria de un edificio de San Francisco donde se ubican otras de las oficinas de Twitter. A pesar de que el ya ex-CEO de la compañía nada en dinero, en enero debía un total de 136.250 dólares al arrendador.
Y eso no es todo. Según un artículo de The New York Times publicado en diciembre, Musk habría dejado de pagar el alquiler de todas las oficinas de Twitter en todo el mundo, como parte de su campaña de reducción de costes. Sí, supuestamente, Twitter sería una empresa okupa.
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