The Mandalorian continúa avanzando en una temporada que ya ha pasado por su ecuador y se enfrenta a uno de los finales más esperados en la serie de Star Wars en Disney Plus. Después de acabar con los piratas que atacaron Nevarro en el 3×05, el pueblo mandaloriano se ha asentado y se prepara para repoblar Mandalore. Pero todavía queda mucho por decidir.
Al final del anterior capítulo, Bo-Katan Kryze recuperó el puesto que merecía y la Armera la ensalzó como su nueva líder para unir a todas las tribus de Mandalore y volver a ser lo que eran. En un giro emocionante, le pidió que se quitara el casco y fuera a buscar a todos los mandalorianos desperdigados por la galaxia. Y, evidentemente, Din Djarin y Grogu se unieron al plan.
Así que, en este último tramo de la temporada, ya sabemos a lo que nos atenemos: nuevos episodios en los que el objetivo es reclutar al máximo de mandalorianos posibles. Y, mientras tanto, una antigua nueva amenaza se cierne sobre todos ellos: el Moff Gideon. El imperial se escapó de su juicio con la Nueva República y se encuentra en paradero desconocido.
Un planeta liderado por Jack Black
En este nuevo episodio de The Mandalorian, el trío protagonista —porque sí, ha quedado más que claro que Bo-Katan es tan principal como Mando y Grogu— viaja hasta Plasir 15, un planeta cercano a Mandalore liderado por un señorial personaje interpretado por Jack Black, quien es fan acérrimo de la saga y por fin ha tenido la oportunidad de aparecer en Star Wars.
Black es un antiguo imperial que, como parte de su rehabilitación en la Nueva República, viajó hasta Plasir 15 y ayudó en la reconstrucción del planeta. Allí se enamoró de la lideresa del lugar, y ambos gobernaron instaurando un sistema de democracia directa en el cual todo el trabajo lo hacen los droides y los humanos pueden vivir libremente.
Sin embargo, tal y como explican a Din Djarin y a Bo-Katan, últimamente han sufrido un problema con los droides de guerra que han reconvertido en siervos. Muchos están teniendo comportamientos rebeldes que ponen en peligro a la población, y buscan sin éxito el origen del problema. Con la intención de que les dejen hablar con los mercenarios mandalorianos que habitan en el planeta, los protagonistas se embarcan en una pequeña aventura en la que buscan qué ocurre con los droides.
Durante el maravilloso tramo intermedio del episodio, en el que se nota mucho la mano de la gran directora Bryce Dallas Howard, vemos cómo Din Djarin y Bo-Katan se adentran en el planeta para conocer los lugares en los que conviven los droides y cómo actúan. Gracias a ello, pronto dan con el origen del mal, pero el enemigo al que se deben batir es aún más sorprendente: el comisario Hellgate, un personaje interpretado ni más ni menos que por Christopher Lloyd.
Lloyd, a quien todos conocemos por ser Doc en Regreso al Futuro, el Juez Doom en ¿Quién engañó a Roger Rabbit? y el Tío Fétido en La Familia Addams, interpreta en la serie a un pequeño villano que está en contra del régimen totalitario del planeta de Jack Black. Es por ello que intenta acabar con el control de los droides y liberar una revolución. Sin embargo, los mandalorianos le paran los pies a tiempo.
En una escena de final de arco sublime, Jack Black y Christopher Lloyd se encuentran dejando claro que The Mandalorian es una caja completa de sorpresas y que ninguna estrella está exenta de aparecer. Sin duda, el reparto es espectacular para un episodio ya de por sí sorprendente gracias a su liviandad y espíritu de aventura.
El resurgir de Bo-Katan
Finalmente, el episodio concluye con un gran giro de guión que encabeza lo que será el devenir del futuro de The Mandalorian. Y ya no solo en esta temporada, sino en las siguientes. Si bien ya han confirmado una cuarta y quinta temporada de la serie de Disney Plus, todo parece indicar que la trama se asentará cada vez más y se centrará en explicar la reconstrucción de Mandalore.
Sin embargo, a pesar de que Mando había conseguido el sable oscuro y que, por tanto, era su misión liderar el planeta, estaba claro que ese no iba a ser su destino final. Y en este capítulo ha quedado claro por qué.
Cuando Bo-Katan llega a su antiguo escuadrón mercenario, reta a su nuevo líder y le vence para hacerse con el poder. Sin embargo, le dicen que no puede ser la “jefa” porque no tiene el sable oscuro, y entonces Din Djarin se lo brinda. Y no lo hace como un regalo: ella le salvó cuando se lo habían robado, así que es su dueña legítima.
De este modo, Bo-Katan Kryze se alza como la nueva líder de Mandalore. La que debe unir a las tribus y reconstruir su planeta natal para que el pueblo pueda volver a ser el que era. Mando le ayudará en todo, está claro, pero él mismo sabe que su destino es otro.
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