Parece que fue ayer cuando el cometa C/2022 E3 (ZTF), también denominado el “cometa verde” por el particular halo verdoso que emite, pasó “rozando” nuestro planeta a casi 42 millones de kilómetros de nuestra atmósfera, permitiéndonos verlo con nuestros propios ojos en diferentes regiones de la Tierra.
A pesar de que no volveremos a verlo hasta dentro de muchos (muchos) años, es importante recordar que no es el único cometa que nos “rodea”, y que hay tantos que muchos no se descubren hasta que están muy cerca (relativamente) de nosotros. Y este ha sido precisamente el caso de un nuevo cometa que no estaba contemplado en el calendario astronómico de 2023, y que nos visitará en poco tiempo.
Según recoge Star Walk, el cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) fue descubierto en enero y febrero por dos telescopios diferentes: el telescopio ATLAS en Sudáfrica y el telescopio del Observatorio de la Montaña Púrpura (Observatorio Astronómico de Zijinshan), recibiendo su nombre de ambos (en un primer lugar, se le denominó temporalmente como “A10SVYR”).
Aunque aún se encuentra lejos de nosotros, está ya relativamente cerca del Sistema Solar, a tan solo 7,3 UA del Sol. Según el Centro de Planetas Menores, entre 5 y el 7 de octubre de 2024, C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) alcanzará un brillo máximo de 0,3 de magnitud. Es decir, tendrá una visibilidad más alta que la del cometa NEOWISE (C/2020 F3), de 0,9, y muchísimo mayor que la de nuestro querido cometa verde, de 5,3.
¿Cuándo podremos ver el cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS)?
Aunque el cometa ya se puede observar en la segunda mitad de la noche, en la constelación de Serpens, de momento es necesario utilizar telescopios es zonas con una contaminación lumínica baja. Entre el 2023 y el 2024, se irá moviendo y su visibilidad cambiará dependiendo de su posición.
El cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) será visible a simple vista a mediados de octubre del 2024, cuando será especialmente visible en el hemisferio norte. De momento se desconoce el brillo que tendrá, aunque se baraja una magnitud de entre 0 y 1. Tras acercarse al Sol el 10 de octubre, pasará cerca de la Tierra el 13 de octubre, a 0,48 UA. Su brillo se irá perdiendo rápidamente, y a mediados de noviembre solo sería visible mediante el uso de prismáticos y telescopios.
