El anuncio del día es que Universal y Nintendo están trabajando juntos en adaptar la franquicia de videojuegos The Legend of Zelda a la gran pantalla. Esta exclusiva está dando mucho de que hablar, y es que después de que les saliera bien la jugada con Super Mario Bros., parece ser que a Illumination —el estudio de animación dentro de Universal— le va a tocar la ardua tarea de imprimir en el audiovisual esta saga mítica.
Hoy día, con Tears of the Kingdom petándolo y Breath of the Wild tan reciente, no hay quien no conozca a The Legend of Zelda. Es por eso que parece ser el momento perfecto para hacer una película de la marca, y la animación parece ser un buen camino para ello. Sin embargo, quien piense que adaptar Zelda al cine es fácil está muy equivocado, por más que ya se haya intentado antes.
Para evitar a Universal que se den de bruces contra una adaptación casi imposible, os dejamos con cinco claves que se deberán tener muy en cuenta a la hora de realizar esta película. Desde luego, parece que tendrán que comerse mucho el coco para que les salga bien.
1 – No hay una única historia de Zelda: se debe escoger con sabiduría
Evidentemente, lo más importante de esta saga es que no hay una única historia que contar. Con una línea temporal imposible de seguir y decenas de puntos de vista desde la estética hasta la narrativa, lo más importante será qué historia o qué tipo de historia quieren contar en la película.
La más obvia para que salga bien podría ser Ocarina of Time, juego mítico de la saga de corte clásico y con todo tipo de elementos vertebradores de lo que ha venido después. También podrían tirar por algo más tradicional, teniendo en cuenta sus primeros juegos, o incluso probar con el mundo actual de Breath of the Wild —spoiler: sale mal—. Con la película de Dragon Quest se decidieron por el quinto título y funcionó, así que será cuestión de escoger la mejor opción… o de inventarse algo nuevo teniendo todo en cuenta.
Aunque esto último es lo más probable, no cabe duda de que sería interesante ver una película que adaptara juegos aún más alternativos, como es el caso de Majora’s Mask. Sea como sea, esto seguramente quede para una posible secuela o spin-off.
2 – La libertad es la clave del juego: ¿cómo se puede adaptar?
Uno de los puntos clave de The Legend of Zelda es la sensación de libertad que tiene el jugador desde el minuto uno. Desde que cogemos los mandos podemos escoger qué camino seguir, y eso es algo que siempre ha marcado a los títulos de la franquicia. Pero ¿cómo puede adaptarse esto?
Lejos de un experimento a lo Black Mirror: Bandersnatch, quizás todo esté en la estética. Parajes abiertos, bucolía a lo Studio Ghibli y pequeñas historias entrelazadas en una trama principal pueden hacer que la película de The Legend of Zelda sea mínimamente fiel al espíritu del juego.
3 – ¿Link hablará?
Link, el protagonista de cada Zelda, tiene como característica especial que no habla. Sin embargo, esto es más algo para el jugador —de nuevo, la libertad: las palabras de Link son las del propio usuario— que para la historia. Así que sí; para que quede una buena película, el protagonista tendrá que hablar, como lo hacía Mario en su película.
Ahora bien, esto supone darle una personalidad al personaje. Por más que hayamos jugado mucho con Link, no tiene una forma de ser muy definida, y esto es esencial. Si es demasiado héroe, perderá su esencia faérica. Si es demasiado bobalicón, no será tomado en serio. En el equilibrio estará la magia.
4 – El papel de Zelda: no es una princesa en apuros
Otro punto más que necesario a debatir es la relevancia de Zelda en la película. Aunque en los juegos no salga tanto como el protagonista, su evolución en la mayoría de ellos es increíble, y evidentemente no es la princesa en apuros como en un principio fue concebida.
De este modo, tendrán que jugar bien con el personaje y saber qué rol hacerle tomar. Quizás, como Peach, tengan que explotar su vena más guerrera… pero la magia de Zelda está en mucho más que en eso. Es un ser especial, y debe quedar claro desde el minuto uno.
5 – El desafío por encima del combate
Por último, está claro que la acción será clave, pero todos convenimos en que en los juegos cobra mucha más importancia el desafío de los templos y otros retos que el combate per se. Es por ello que, en la película, no tendría sentido que todo se basara en el combate: queremos que Link se coma el coco como los jugadores lo hacen siempre.
Este punto será esencial, también, en el devenir de la historia. No sirve un guión facilón para salir del paso: las soluciones a los retos tienen que ser originales, y sobre todo a la altura de un héroe como Link.
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