Las plataformas de streaming han sido las grandes salvadoras del audiovisual en la última década. Después de la edad de oro de las series, las plataformas comenzaron a crecer y han terminado haciéndose con todo el mercado, muy por encima de la televisión tradicional y a expensas de un futuro que todavía está por ver.
Sin embargo, no todo es oro lo que reluce. Netflix lleva un tiempo cancelando series que no estaban terminadas y, con su política de cuentas compartidas, este año parece haber sido muy afectada. En cuanto al resto de plataformas, cuanto más crece el sector menos pastel hay para repartir. Y, a pesar de venir de unos años muy buenos para los servicios de VOD, sobre todo a causa de la pandemia, estamos llegando a un impass crítico en el que las plataformas deben tomar decisiones.
Un mal año para el sector
Muchas de las plataformas de streaming han registrado pérdidas y/o beneficios muy leves en el último año fiscal. Disney es una de las peores paradas: ha registrado 5.500 millones de dólares de ingresos frente a 6.200 millones de dólares de gastos, lo que deja una pérdida de 700 millones. Una cifra que, como ya han anunciado, van a intentar recortar quitando contenido de su catálogo y con otros recortes.
Por su parte, a Warner tampoco le ha ido demasiado bien: ha tenido unos ingresos de 2.500 millones de dólares y 2.400 de gastos, por lo que apenas sobrevive con unos beneficios de 100 millones. Eso sí, desde que cambiaron a su CEO por David Zaslav no han dejado de cambiar cosas: están quitando todo tipo de estrenos de su catálogo, cambiando su app a Max e incluso cancelando películas por salir. Está claro que se lo están tomando en serio para sobrevivir.
Otras plataformas americanas están en aún peor situación. NBC Universal tiene unas pérdidas de 704 millones, y Paramount va por los 511 millones. Por su parte, Amazon Prime Video no hace públicos sus datos, y al integrar el servicio dentro de Amazon Prime está claro que están lejos de tener pérdidas. Sin embargo, la división de streaming podría peligrar tras el fracaso de Los Anillos de Poder y Citadel.
Quien sí parece sobrevivir a la masacre, de momento, es Netflix. A pesar de que estén perdiendo suscriptores en todo el mundo tras sus últimas políticas, estas nacen precisamente de adelantarse a los recortes que otros medios no dejan de hacer. Y este año ha facturado 8.200 millones de dólares frente a 6.400 de gasto, por lo que están en 1.700 millones en positivo. No sabemos, aún así, si el mal 2023 que están teniendo afectará para peor en sus datos futuros. Quizás haya llegado el momento de una revolución en los modelos actuales.
Algunos de los enlaces añadidos en el artículo forman parte de campañas de afiliación y pueden representar beneficios para Softonic.
