Lo normal en servicios digitales como Game Pass, Netflix y demás es que los catálogos cambien de forma constante. Sin embargo, la desaparición de Quantum Break del Game Pass ha dado mucho de que hablar, sobre todo al tratarse de un juego propiedad de Microsoft.
Y es que a pesar de las bondades del digital, esta sigue sin ser garantía de nada. Sea cual sea la razón, el tiempo hace que muchos títulos desaparezcan de tiendas como Steam, PSN y otros. Recientemente, Nintendo anunció que a partir del 27 de marzo de 2023, los usuarios ya no podrían acceder más a la Nintendo eShop de Wii U y Nintendo 3DS. El cierre de la tienda también ha conllevado otras consecuencias, como el fin de las descargas de demos y otros productos.
Nadie lo niega, el mercado digital tiene muchas cosas buenas: gracias a este método de distribución, tenemos videojuegos que de otra manera nunca hubieran podido salir a la luz. Si embargo, su fugacidad inherente no deja de ser un tanto preocupante. Las tiendas cierran, las licencias no se renuevan y los videojuegos quedan perdidos en tierra de nadie.
¿Conservación del videojuego? ¿Eso se come?
Esto ha pasado por ejemplo con Castlevania: The Adventure ReBirth. La tienda digital de Wii cerró definitivamente en 2019 y arrastró con ella centenares de títulos exclusivos de WiiWare. Entre ellos, se encontraba la subsaga ReBirth, videojuegos de Konami destinados a WiiWare. Castlevania: The Adventure ReBirth se trataba de una especie de “reboot” basado en el juego publicado en Game Boy.
Y como este hay miles. De hecho, franquicias tan consagradas como Metal Gear Solid tampoco se libran de esta problemática. En este caso, Konami anunció en 2021 que retiraba de las tiendas digitales varios videojuegos pertenecientes a la saga. ¿El motivo? Problemas de licencias. Los afectados en aquel momento fueron Metal Gear Solid 2 y 3, piezas angulares de la saga. En este caso, Konami prometió volver a ponerlos a la venta en cuanto fuera posible (algo que todavía no ha ocurrido a día de hoy).
Uno de los grandes afectados del mundo digital son los juegos online. El mantenimiento de juegos como servicio implican muchos problemas tanto a nivel tecnológico como monetario. Uno de los peores casos fue el de Destiny 2, ya que Bungie eliminó la campaña original y las primeras miniexpansiones a finales de 2020. Tener una copia física de Destiny 2 tampoco te salvará de esto, ya que deberás conectarte a sus servidores para poder jugar.
El videojuego como patrimonio cultural
A pesar de que el videojuego ya se ha validado como una representación artística y cultural que debe conservarse, todavía hay mucho que hacer al respecto. Sin embargo, poco a poco vamos dando pasos en la dirección correcta.
En 2022, la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados aprobó una reforma que consideraba a los videojuegos patrimonio cultural. Esto quiere decir que los videojuegos producidos en nuestro país pasarán a tener una copia registrada y custodiada por la Biblioteca Nacional de España. Una muy buena noticia que cae en saco roto si las propias compañías no se preocupan de preservar sus productos.
