Antes de que Tom Cruise fuera el eterno Ethan Hunt en la saga ‘Misión imposible’ hubo una serie de televisión a mediados de los 60 y una secuela en el 88 protagonizadas por Peter Graves como Jim Phelps. Pero para 1996, lo de los agentes se había quedado un poco atrás: la película tenía que empezar por todo lo alto, matando a Phelps y, después, convirtiéndole en un traidor. Graves se negó en rotundo a que le hicieran eso a su personaje, así que lo tuvieron muy claro: le sustituyeron por Jon Voight y se limpiaron las manos, un anticipo del juego de caras y máscaras que íbamos a disfrutar durante los siguientes treinta años. Más o menos.
Tom no juega
Los dos primeros juegos de ‘Misión imposible’ estaban basados en la serie y se lanzaron al mercado en 1990 y 1991 para NES y MS-DOS respectivamente. Las caras de los actores eran reconocibles y nada parecía indicar que, cuando llegaran las películas, la cosa sería diferente. Sin embargo, en el 2000, ‘Mission impossible: Expect the impossible’ tenía a Ethan Hunt, sí. Pero se parecía a Tom Cruise lo que un huevo a un transatlántico.
El juego en sí seguía paso por paso la película, dando spoilers bastante importantes a quien decidiera jugar antes de ver. Pero te sacaba de las misiones el hecho de que la cara de ese Ethan Hunt no fuera ni lejanamente similar a la del actor. Y, de hecho, si mirabas atrás te dabas cuenta de que tampoco estaba representado en los juegos de ‘Top Gun’. ¿Por qué?
La verdad es que se trata de una cláusula que forma parte, desde sus primeros papeles, de los contratos de Tom Cruise, y se expande aún más alla: “El actor no permite que su semejanza sea usada para hacer ningún merchandising”. Ese es el motivo por el que no tenemos figuritas de ‘Top Gun: Maverick’, por ejemplo. A Cruise le gusta actuar, pero ahí se queda el asunto.
Dos juegos más se hicieron de la saga, ‘Operación Surma’ y otro con el nombre de la serie para Game Boy Color, que tenían la voz del resto de personajes pero jamás de Cruise. Tampoco le verás en ‘The mummy demastered’ o los juegos basados en ‘La guerra de los mundos’ o ‘Minority report’, donde hasta se nota el esfuerzo para que no se parezca en absoluto al actor. En su defensa hay que decir que no le ha ido mal sin estos trucos de marketing.
Como curiosidad, se sabe que no es que Cruise odie los videojuegos. Al contrario: en su día llamó a las oficinas de Bungie porque se había quedado atascado en ‘Marathon’, un juego de 1994 lanzado para Mac. No hay como ser una estrella.
