El problema de sentirte indispensable es no darte cuenta de que nunca jamás lo eres. Si Google empezara a cobrar 50 céntimos por búsqueda, todos encontraríamos otro sitio en el que buscar, al fin y al cabo. Es lo que le ha pasado a Unity, que después de anunciar su plan de cara al futuro, en el que, entre otras cosas, cobrarán 20 céntimos por cada instalación del programa, han sufrido el peor varapalo de su historia… hasta límites peligrosos.
¡Bomba va!
Ya sabéis que en Internet, como en la casa de ‘Gran Hermano’, los sentimientos se magnifican. Lo malo es cuando alguien se lo cree y acaba pasado a la acción en la vida real. En el caso de Unity, tras recibir varias amenazas de muerte por redes sociales, y de manera muy inesperada (para ellos), la siguiente amenaza ha sido a su persona.
Puede que una decisión administrativa sea absolutamente impopular, pero os aseguro que matar a alguien no va a hacer que bajen los precios de Unity (además, qué demonios, hay otras alternativas que los desarrolladores ya están empezando a utilizar en masa). La persona que amenazó a las oficinas de la empresa en Austin y San Francisco, desde luego, no se andaba con medias tintas.
Aunque desde la propia empresa no han dicho cuál es ese atentado potencial en particular, sí han afirmado que se trata de una “amenaza de muerte creíble” tan real que el propio director, John Riccitiello, ha cancelado todas sus apariciones públicas, al menos hasta hoy viernes. “Hemos tomado medidas inmediatas y proactivas para asegurar la seguridad de nuestros empleados”, han dicho.
La lección que podemos sacar de esto no es que meter miedo a quien ha hecho las cosas mal da sus frutos, sino que… siempre hay otras posibilidades, por imprescindible que parezca algo. Bueno, y que quien menos lo creas te puede dar una puñalada por la espalda. En el mundo de la tecnología, una amenaza de muerte no va a echar para atrás un plan estratégico, por poco popular que sea. A ver si nos lo grabamos a fuego.
