El verano de 1993, el cine presenció un fenómeno revolucionario que cambiaría la forma en la que se hacen y se perciben las películas de acción y aventuras. Ese fenómeno fue Jurassic Park, película dirigida por Steven Spielberg y basada en la novela del mismo nombre escrita por Michael Crichton.
El largometraje no solo se convirtió en un éxito de taquilla sin precedentes, sino que también estableció nuevos estándares en la producción cinematográfica y abrió las puertas a una era de blockbusters repletos de efectos especiales, monstruos y acción desmesurada. Steven Spielberg había creado una nueva era en el cine, y dio alas a decenas de cineastas que siguieron sus pasos.
1993: el año de Spielberg
Hace ya treinta años, Steven Spielberg se enfrentaba a un momento crítico en su carrera. El director se había pasado la última década mezclando grandes blockbusters que le ensalzaban como el director popular del momento con ejercicios de autor en los que buscaba encontrarse. Además, entre proyecto y proyecto producía varias películas que él no llegaba a dirigir, y daba pie a que carreras como la de Robert Zemeckis se ensalzaran.
Casi todos sus proyectos tenían un éxito medido, con altibajos evidentes que dejaban claro que su carrera aún estaba por establecerse del todo. Sin embargo, 1993 fue el año en el que todo esto eclosionó. Ese mismo año, el director dejó claro que sus dos formas de hacer cine podían convivir a la perfección, ya que estrenó uno de los mayores éxitos de su carrera y la película que le hizo ganar todos los premios posibles: Jurassic Park y La lista de Schindler.
Hoy, estas dos películas son clásicos evidentes, pero en ese momento todavía existía cierta presión por parte de la crítica que hacían dudar a Spielberg sobre qué camino tomar. Sabía que quería hacer la película de los nazis, pero Jurassic Park quería dejarla para otro director, con él como productor. Sentía que sería un paso atrás a su carrera como autor, y que lo volvería a condenar como el director de Indiana Jones.
Sin embargo, el autor de la novela, Michael Crichton, que se había convertido en una estrella por sí mismo con su publicación, habló con Spielberg y le dejó claro que tenía que ser él el director, una tarea que aceptó de buen grado, dejando atrás todos sus prejuicios y poniéndose un nuevo reto. Si él iba a dirigir la película, tenía que ser un acto revolucionario.
Sentando las bases del cine del siglo XXI
El proceso de producción de Jurassic Park fue un desafío técnico y creativo sin igual. Para crear los dinosaurios, Spielberg recurrió a una mezcla entre efectos prácticos y efectos especiales creador por ordenador (CGI). En un momento en el que esa tecnología aún estaba en pañales, Spielberg se reunió con George Lucas y, junto a la compañía Industrial Light & Magic idearon todos esos dinosaurios digitales que se mezclaron con los animatrónicos realistas de Stan Winston Studio.
Era algo que no se había hecho nunca, y aunque Pixar ya comenzaba a trabajar en su primer largometraje, se trataba de un acto totalmente revolucionario. No importaba que Star Wars ya hubiera revolucionado el cine hacía veinte años; esta era una nueva etapa en la que, esta vez sí, todo iba a ser posible.
Pero este no fue el único reto al que se enfrentó Spielberg. El rodaje de la película también presentó numerosos desafíos. La trama se desarrollaba en una isla remota habitada por dinosaurios, por lo que era necesario encontrar lugares adecuados para representar este entorno exótico.
La producción se llevó a cabo en diversas locaciones, incluyendo Hawái y California. Además, se construyó un impresionante set en los estudios Universal en Los Ángeles, que incluía la icónica puerta del parque y el centro de visitantes. Spielberg y su equipo se esforzaron por lograr una ambientación realista y convincente para sumergir al espectador en el mundo de los dinosaurios, lo que se mezcló con una dirección sublime por parte del cineasta.
Mezclado con un guión muy sólido y unas interpretaciones icónicas que siguen resonando en la mente de todos los fans de la película, Jurassic Park se convirtió en todo un éxito en su estreno en junio de 1993. La expectativa generada por la película era enorme, especialmente porque Spielberg ya era conocido por sus éxitos anteriores como E.T. y Tiburón. Pero el cineasta supo ofrecer aún más de lo que ya había conseguido.
Jurassic Park fue recibida con entusiasmo por el público y la crítica, convirtiéndose en un éxito instantáneo. Pero no solo se quedó como la película más taquillera del año y dejó claro que Spielberg era un fuera de serie más allá de cualquier director del momento, sino que también sentó las bases del blockbuster moderno.
A partir de ese momento, se abrió la veda para películas llenas de CGI que mezclaban narrativa emocionantes con retos nunca antes vistos por el ser humano. De Matrix a Transformers pasando por Godzilla y las precuelas de Star Wars, todo seguía el dictamen de lo creado por Spielberg en su momento. Y, por supuesto, su propia marca creció como la espuma: Jurassic Park tuvo dos secuelas y después tres más con Jurassic World. Y todas fueron un éxito evidente de taquilla.
Además, otro aspecto importante de Jurassic Park que influyó en el cine moderno fue su enfoque en la comercialización y el merchandising. La película fue acompañada por una campaña de promoción masiva que incluyó juguetes, videojuegos, libros y una amplia gama de productos relacionados con la película. Esto estableció un nuevo modelo de negocio en la industria cinematográfica, donde las películas se convirtieron en franquicias rentables que iban más allá de la gran pantalla.
En conclusión, Jurassic Park fue una película revolucionaria que configuró el blockbuster moderno. Su innovador uso de los efectos especiales generados por computadora, su cautivadora historia y su exitosa campaña de marketing la convirtieron en un fenómeno cultural y sentaron las bases para una nueva era en la producción cinematográfica. Además, su legado perdura hasta hoy con una franquicia en constante expansión que sigue fascinando a nuevas generaciones de espectadores.
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