Para bien o para mal (más bien tirando para mal, seamos sinceros), desde el momento en que Elon Musk puso sus pies en la sede de Twitter con aquel famoso lavabo, muchos sabíamos que el Twitter que conocíamos cambiaría para siempre. Y vaya si lo ha hecho.
Lo que comenzó con un “calentamiento de boca” por parte del excéntrico multimillonario en su cuenta de Twitter, acabó derivando (tras varios tira y afloja) en la compra del 100% de la compañía por 44.000 millones de dólares, proclamándose amo y señor de esta. Lo que precedió a su llegada lo sabemos de sobra: Musk quiso hacer limpieza y, como cualquier empresario sin muchas ganas de comerse el coco, decidió despedir a miles de trabajadores para recortar gastos.
Ahora, más de 5 meses después de que Elon Musk se hiciera con una de las mayores redes sociales del mundo, el magnate ha dado un paso que cambiará por completo el futuro de la compañía: Twitter Inc. pasa a ser X Corp., dejando de existir por completo como Twitter Inc., según un documento judicial presentado en California, Estados Unidos.
Con fecha del 4 de abril (hace solo una semana), el documento legal acredita que “Twitter, Inc. se ha fusionado con X Corp. y ya no existe”. De momento, esto solo implica al nombre de la compañía, y no al de la red social, que sigue llamándose Twitter hasta nuevo aviso (y a pesar de los cambios de logo repentinos).
¿Cuál es el fin de Musk tras esta fusión? Aunque de momento no hay nada claro, todo apunta a que tiene que ver con los planes de Musk para desarrollar “X, la app para todo”.
Hace solo unos meses, Twitter adquirió varias licencias para convertirse en una entidad financiera en los Estados Unidos. Sabiendo esto, sería lógico pensar que Musk pretenda crear una aplicación que pueda integrar todo tipo de funciones, como ya hace WeChat en China, que permite enviar mensajes, realizar pagos y comprar comida a domicilio, entre otros servicios.
¿Lo conseguirá llevar a cabo? Si bien en el universo hay pocas cosas realmente imposibles, Musk lo tiene bastante complicado, partiendo de la base de que su gestión de Twitter en estos meses ha sido nefasta, a la vez que lamentable, dando lugar a problemas continuos en la red social, un ambiente laboral completamente tóxico y a una denuncia por parte de las autoridades alemanas.
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