El hombre que no era capaz de parar de dar noticias. Ese es Elon Musk, el presidente de Tesla y dueño de Twitter (él quiere que lo llamemos, “X o como se llame ahora”), que no pasa un día sin mostrar cada vez más que es un niño rico que pocos comprenden cómo ha podido hacerse con un imperio. Mucho cybertruck pero este fin de semana ha sido, una vez más, la mofa de su propia red social después de meter la pata hasta el fondo en una entrevista extrañísima.
De todos mis amigos, tú el único
Musk dio una hora y media de entrevista el Congreso Dealbook donde, se supone, iba a hablar de su Cybertruck. Sin embargo, todo lo que llegó a decir es que la salida al mercado del producto será “el mayor lanzamiento de cualquier cosa que se haya hecho este año en la Tierra”. Poco después, los representantes de Tesla salieron a clarificar que el lanzamiento sería de… diez vehículos.
En un momento dado, Musk dijo que estaba ahí solo por su entrevistador, su buen amigo Jonathan. Muy bonito. El problema es que se llamaba Andrew y hay ciertas dudas de que realmente sea su amigo, algo que ha causado cachondeo en los posts de los siempre voraces tuiteros.
Ya puestos a dar titulares, Musk dijo a los anunciantes que se fueron de Twitter “Que os jodan”. No estamos hablando precisamente de Piensos Julián, sino de Disney, Apple e IBM. Musk, negando la evidencia, ha asegurado que no le importa si la falta de liquidez mata a su empresa. Sí, esa misma que compró por 44.000 millones de dólares hace exactamente un año y que cada vez se aproxima más a valer un chupachups y cuatro gominolas de osito.
Antes de terminar tuvo tiempo de hablar de su proyecto de genio malvado de película de terror, el Neuralink, un chip cerebral que hasta ahora solo se ha probado en monos. Al menos, al despedirse, llamó al entrevistador por su nombre. Algo es algo. Pasito a pasito, Elon.