Neuralink es otra de las empresas que tiene Elon Musk, posiblemente la que menos ruido hace. Pero eso es solo porque están en plena desarrollo de producto. Las interfaces cerebro – ordenador (BCI) darán más que hablar que la propia Tesla en una década.
Neuralink, la empresa de implantes de chips de Elon Musk, busca a su primer voluntario dispuesto a que le extirpen un trozo de cráneo para que un cirujano robot pueda insertarle finos cables y electrodos en el cerebro.
El candidato ideal será un tetrapléjico menor de 40 años que también se someterá a un procedimiento que consiste en implantar en su cerebro un chip con 1.000 electrodos, según informó la empresa a Bloomberg.
Cómo funciona la interfaz cerebro – ordenador
La interfaz permitiría realizar funciones informáticas utilizando sólo el pensamiento mediante un mecanismo de “pensar y hacer clic”.
Después de que un cirujano extraiga una parte del cráneo, un robot de 2 metros de altura, bautizado como “R1”, equipado con cámaras, sensores y una aguja, introducirá 64 hilos en el cerebro haciendo todo lo posible por evitar los vasos sanguíneos, informó Bloomberg.
Cada hilo, cuyo diámetro es aproximadamente 1/14 del de un cabello humano, está revestido con 16 electrodos programados para recopilar datos sobre el cerebro.
La tarea se encomienda a robots, ya que los cirujanos humanos probablemente no serían capaces de introducir los hilos en el cerebro con la precisión necesaria para no dañar tejidos vitales.
Los electrodos están diseñados para registrar la actividad neuronal relacionada con la intención de movimiento. A continuación, los ordenadores Neuralink descodifican estas señales neuronales.
R1 ya ha realizado cientos de operaciones experimentales en cerdos, ovejas y monos. Esto ha hecho que grupos de defensa de los derechos de los animales han criticado a Neuralink por supuestos abusos.
Un ensayo muy misterioso
Las personas con parálisis por lesión de la médula espinal cervical o esclerosis lateral amiotrófica pueden optar al estudio, pero la empresa no reveló cuántos participantes se inscribirían en el ensayo, que tardará unos seis años en completarse.
Neuralink, que antes esperaba recibir la aprobación para implantar su dispositivo en 10 pacientes, estaba negociando un número menor de pacientes con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) después de que la agencia planteara problemas de seguridad, según empleados actuales y antiguos.
Se desconoce cuántos pacientes aprobó finalmente la FDA para esta primera prueba con humanos.
Musk tiene grandes ambiciones para Neuralink, afirmando que facilitaría la rápida inserción quirúrgica de sus dispositivos de chip para tratar afecciones como la obesidad, el autismo, la depresión y la esquizofrenia.
Según los expertos, aunque el dispositivo BCI resulte seguro para uso humano, la empresa podría tardar más de una década en obtener la autorización para su uso comercial.
