Si me tengo que quedar con una serie de este 2023, creo que elegiría la adaptación de HBO del videojuego The Last of Us. La serie, protagonizada por Pedro Pascal y Bella Ramsey, es una obra de arte que nos encandiló. Ahora el resto de servicios quiere replicar, como sea, este fenómeno.
Y esto no me lo habría creído si alguien me hubiera dicho hace 10 años que la mejor televisión y las mejores películas que vería en 2023 serían adaptaciones de videojuegos. Y, sin embargo, aquí estamos.
Ha sido un camino lento y agotador, lleno heridos y muertos por el camino. Y ahora parece que se ha descifrado el código. Ahora las adaptaciones de videojuegos no solo son buenas, son excelentes.
Aunque en años anteriores tuvimos algunos éxitos, como la serie animada de Castlevania y la serie de The Witcher, fue en 2023 cuando series como The Last of Us de la HBO demostraron al mundo que, si se entendían y manejaban correctamente, estas adaptaciones podían estar a la altura de cualquier otra producción de prestigio.
Industrias separadas… hasta ahora
Reempaquetar juegos para el cine y la televisión es el equivalente a los dibujos animados de los años 80 y 90 hechos exclusivamente para vender juguetes. No quiero sonar demasiado cínico, pero desde una perspectiva corporativa, se financian con la intención de convertir a un nuevo público en jugadores.
Y hemos visto pruebas contundentes de que, cuando funciona, es muy eficaz. Incluso un juego tan arrastrado por el fango como Cyberpunk 2077 experimentó un enorme aumento de ventas tras el anime Cyberpunk: Edgerunners, incluso antes de que se lanzaran la versión 2.0 completa y el DLC Phantom Liberty. Lo mismo puede decirse de títulos más antiguos como The Last of Us, Mario y The Witcher.
A estas alturas, los juegos llevan décadas adaptándose y nunca han provocado oleadas tan masivas de nuevos jugadores, así que ¿qué ha cambiado? La evolución más evidente es el aumento de la calidad.
Series como The Last of Us captan a la perfección el espíritu del juego original sin traducirlo directamente. La serie cambió, reorientó, amplió y contrajo la historia original con confianza, sin dejar de ser fiel a los temas centrales del juego. Esto es importante no solo para que los juegos funcionen en un nuevo medio, sino también para que estas películas y series sirvan como punto de entrada de bajo riesgo para los nuevos jugadores.
Con la cantidad de juegos que hay, incluso los jugadores tienen que ser selectivos a la hora de elegir en qué invierten tiempo y dinero. Una serie de televisión o una película es un método perfecto para ofrecer a un público lo más amplio posible una forma de hacerse una idea de lo que ofrece un juego sin tener que desembolsar una gran cantidad de dinero por adelantado.
Del mismo modo que las secuelas tienden a ser más populares porque el público está familiarizado y se siente cómodo con una IP, volver de una adaptación al material original es una jugada natural y eficaz.
Ahora que las empresas han comprobado el éxito que tiene una adaptación de alta calidad a la hora de convertir a los espectadores en jugadores, no hay forma de volver a meter al genio en la botella.
Un 2024 lleno de adaptaciones
Este 2024 va a ser muy importante para las adaptaciones de videojuegos y las consolidará como un pilar fundamental de su comercialización. En cuanto al cine, tendremos la tercera película de Sonic The Hedgehog y Borderlands. Fallout, Tomb Raider e incluso una segunda temporada de Halo están a punto de llegar a la televisión.
Eso por no hablar de las docenas de proyectos que están por llegar, incluidos los grandes éxitos de Sony en forma de una serie Horizon para Netflix, una serie de God of War para Amazon Prime y una película de Ghost of Tsushima, además de nuevas temporadas de Twisted Metal y The Last of Us.
Sony no es la única compañía que apuesta fuerte por las adaptaciones. Nintendo también aprovechó su mayor IP para conseguir un gran éxito con La película de Super Mario Bros. Fue el décimo largometraje de animación de la historia en recaudar más de mil millones de dólares en todo el mundo, y también impulsó las ventas de la franquicia.
La compra de Dynamo Pictures, ahora Nintendo Pictures, y el anuncio de una película de Zelda demuestran que Nintendo está apostando por un futuro multimedia, aunque no veamos todos los frutos de ese impulso hasta dentro de uno o dos años.
Mientras los ejemplos de adaptaciones bien recibidas sigan canalizando al público hacia los juegos, esta nueva forma de marketing no desaparecerá. Series que obtienen nominaciones a los Emmy y que surgen del sector de los videojuegos, qué bonito 2024 nos espera.
