Puede que hayan pasado más de cincuenta años desde que se estrenó El Padrino, la película de Francis Ford Coppola que pasó a la historia y se convirtió en el largometraje que todos los cineastas quisieron copiar a partir de ese momento. Sin embargo, la película sigue en pie más vigente que nunca, y para demostrarlo está The Offer (La Oferta), miniserie que acaba de llegar a España gracias a SkyShowtime.
The Offer cuenta la historia detrás de la producción de El Padrino, a través de diez episodios que acaban siendo tan o más interesantes que la propia película. Como protagonista tiene a Miles Teller (Whiplash, Top Gun: Maverick) en el papel de Albert S. Ruddy (Al Ruddy), el joven productor que se dejó la vida —casi literalmente— en hacer que la película pudiera convertirse en una realidad.
Más allá de Twin Peaks y de otras grandes producciones que han llegado gracias a SkyShowtime a nuestro país, The Offer se erige como el principal motivo de los cinéfilos para acercarse a la plataforma. Sin duda, como serie es espectacular, pero como documental de todo lo que ocurrió en esta accidentadísima producción es aún más interesante.
Perseguidos por la verdadera mafia
La ficción se toma 10 capítulos para contar la intrincada historia de El Padrino, y no es para menos. Con el productor Al Ruddy como protagonista, un hombre seguro pero joven para la industria y con todo por aprender, la película se convirtió en un éxito inesperado tras tener que pasar por decenas de problemas.
El mayor de todos ellos fue que tuvo que enfrentarse a la mafia italoamericana… y una mucho más real que los Corleone. Después del éxito del libro original escrito por Mario Puzo, la mafia italiana de Nueva York creyó que la historia perjudicaría mucho a su imagen, y cuando se enteraron de que se llevaría a cabo una película por parte de Paramount la cosa se complicó aún más.
Llegaron a enviar una rata muerta a la cama del director de Paramount del momento, Robert Evans —nada que envidiar a la cabeza de caballo de El Padrino— y lograron poner a cientos de miles de personas en contra del estudio antes de su estreno.
Sin embargo, el buen hacer de Al Ruddy como productor le llevó a ganarse el favor de la mafia. Ruddy tuvo que jugarse la vida para conquistar al grupo criminal y negociar con ellos todo tipo de favores para conseguir que la película siguiera adelante. Se jugó la vida, en varias ocasiones, por hacerlo… y aunque le acabó saliendo bien tuvo que pasar por todo tipo de fatigas para conseguirlo.
Sinatra amenaza con acabar con la película
Algo curioso que cuenta muy bien la serie es la implicación de Frank Sinatra con la mafia italoamericana del momento y cómo el cantante y actor intentó, por todos sus medios, que no se llevara a cabo la producción. De hecho, fue él mismo quien provocó que la mafia amenazara a Paramount, y sus razones tenía.
En el libro original, Mario Puzo creó a un personaje basado directamente en Sinatra: Johnny Fontane. Fontane es uno de los ahijados más importantes del Padrino, Don Vito Corleone. Se trata de un cantante y actor famosísimo que consiguió hacer despegar su carrera gracias a la influencia de la mafia, y deja claro los métodos que usaba Sinatra para salirse con la suya en todas las negociaciones.
Fontante tiene una importancia crucial en el libro. Tras firmar con un productor que le engaña, consigue que Don Corleone le ayude para “librarse de él”… ya os imagináis cómo. Sin embargo, Sinatra se cabreó muchísimo cuando leyó lo que decían sobre este personaje que estaba claramente basado en él… y se puso manos a la obra para evitar que saliera.
Sinatra llegó a enfrentarse cara a cara con Puzo, y finalmente presionó al estudio para que eliminaran al personaje. Al final, Al Ruddy consiguió hablar con Coppola y Puzo —guionistas del largometraje— para que acortaran su papel al máximo, y acabó siendo un personaje muy circunstancial.
Las exigencias de Paramount
Pero El Padrino no solo se vio afectado por la mafia, sino que el propio estudio también tuvo mucho que ver en que la producción saliera lo más compleja posible. El primero de los problemas que tuvo la película fue que su presupuesto era muy ajustado.
Desde Paramount hicieron un análisis de mercado y convinieron que las películas de gángsters eran cosa del pasado. Las últimas de la época habían funcionado muy mal y no creían que eso fuera cambiar. De este modo, decidieron que apenas se gastarían 4 millones de dólares en producirla, un presupuesto muy ajustado para un largometraje de estas características.
Como era una producción menor a su modo de ver, decidieron encasquetar “el marrón” al joven Al Ruddy, que apenas había producido antes una sitcom y una comedia menor. Pero Ruddy supo superar las expectativas y convertirse en uno de los mejores productores del siglo XXI.
Aun así, este solo fue uno de los grandes problemas de la película. Ruddy consiguió sacar más dinero a Gulf and Western, la empresa matriz de Paramount liderada por el excéntrico Carlos Bluhdorn. Pero para hacerlo tuvo que pasar por todo tipo de presiones y batallas que tuvo que ir dejando por el camino.
De hecho, lo más complejo para Ruddy fue combinar la visión artística de Francis Ford Coppola, caprichoso hasta el extremo, con la visión empresarial y ultracapitalista de Bluhdorn y Evans. En la serie se cuenta cómo tuvo que imponerse en más de una ocasión, e incluso llegó a ser despedido… para volver a ser admitido un día después.
Un elenco sublime
Más allá de todo lo que cuenta la serie, una historia interesantísima que merece la pena conocer para todos los curiosos de cómo funciona el entramado de Hollywood, la ficción merece la pena por sí misma. La serie tiene un ritmo brutal y tantos giros de guión que parece que no sea basada en hechos reales. Y las interpretaciones son sublimes.
Más allá del buen hacer de Miles Teller como protagonista, todo el reparto está a la altura. Juno Temple, a quien podemos ver también en Ted Lasso, es la indomable Betty McCartt, la asistenta de Ruddy que se roba el show en más de una ocasión. Y Giovanni Ribisi parece sacado de Los Soprano con su interpretación de Joe Colombo.
Pero lo más curioso es ver las interpretaciones de los jóvenes Marlon Brando (Justin Chambers), Al Pacino (Anthony Ippolito), Francis Ford Coppola (Dan Fogler) o Mario Puzo (Patrick Gallo). En ocasiones se te olvida que es una serie y es como volver a ver con vida a todos estos personajes.
En definitiva, se trata de la apuesta más firme de SkyShowtime para conquistar al público y arrastrarlo a su plataforma. No está claro si conseguirá el favor del público que merece, pues al final se trata de una plataforma muy nueva, pero desde luego es capaz de conquistar a cualquiera.
