No hay duda de que 2023 está siendo el año de Barbie. La película de Greta Gerwig que se estrena a finales de julio ha levantado la expectación de todo el mundo, y más allá de agotar la pintura rosa en todo el mundo, ha provocado una viralidad sin igual en redes. Desde memes por estrenarse el mismo día que Oppenheimer hasta previsiones de taquillazo, no hay duda de que Barbie va a ser un éxito con muy pocos precedentes últimamente.
Pero ¿cómo hemos llegado a este punto? Más allá de las explicaciones puramente cinematográficas, que van desde el estrellato de Margot Robbie y Ryan Gosling hasta la calidad del cine de Gerwig, gran parte de la culpa de esta viralidad es la propia muñeca Barbie.
Los inicios de Barbie
Mucho se ha dicho sobre la historia de la muñeca Barbie, pero lo cierto es que ha pasado por multitud de fases desde su creación hasta la actualidad. Desde generar locuras en los centros comerciales hasta protagonizar decenas de películas animadas, videojuegos y demás, se ha convertido en uno de los iconos pop más populares de la historia.
La muñeca Barbie fue creada por Ruth Handler, cofundadora de Mattel. Para crear a Barbie, Handler se inspiró en su hija Barbara. Se tiraba horas viéndola jugar con muñecas de papel recortables, así que decidió darle una forma algo más realistas. De este modo, diseñó un prototipo lo suficientemente global como para irrumpir en el mercado juguetero de la época.
En 1959, Barbie hizo su debut en la Feria del Juguete de Nueva York, luciendo un traje de baño a rayas en blanco y negro, muy moderno para la época si bien pronto comenzó a ser sustituido por el característico rosa del juguete. Como no podía ser de otro modo, la muñeca fue un éxito inmediato y capturó la imaginación de las niñas de la época.
El diseño innovador de Barbie fue revolucionario para su tiempo, ya que presentaba una figura adulta y estilizada, a diferencia de las muñecas infantiles tradicionales. Su larga melena rubia, sus ojos azules y su amplia gama de atuendos y accesorios la convirtieron en una muñeca única para el momento. Representaba todo lo que estaba bien en la época, y las niñas la vieron como un referente que seguir.
Sin embargo, Barbie era mucho más que una simple chica que no tenía nada que hacer en la vida. Pronto, la muñeca se convirtió en pionera a la hora ocupar una amplia variedad de roles y profesiones. Desde astronauta hasta doctora, pronto sirvió para fomentar la idea de que las mujeres podían aspirar a cualquier cosa.
Una influencia global
Lejos de quedarse con la imagen prototípica que ha definido a Barbie desde sus inicios y le ha valido, también, polémicas de todo tipo, desde Mattel la han hecho evolucionar para reflejar los cambios en la moda y la sociedad. De este modo, ha acabado convirtiéndose en un icono de cada momento social… al menos durante el siglo XX.
A lo largo de las décadas, Barbie fue evolucionando para reflejar los cambios en la moda y la sociedad. Ha experimentado con diferentes estilos de cabello, tonos de piel y formas corporales, adaptándose a las demandas cambiantes de las niñas y a la creciente diversidad. No obstante, también ha sido un reflejo de los estereotipos clásicos de mujer, y por ello no todos se han tomado bien sus cambios.
Sea como sea, Barbie ha sido un reflejo de su tiempo y ha abordado temas sociales y culturales importantes. Y es que, más allá de ser un juguete, ha protagonizado películas, programas de televisión y ha sido objeto de numerosas colecciones y colaboraciones con diseñadores famosos. Su imagen icónica ha sido utilizada en obras de arte, campañas publicitarias y eventos de moda.
Pero, por encima de todo, Barbie ha influido en la forma en que las niñas se ven a sí mismas y cómo se perciben en relación con la moda y la belleza, tanto para bien como para mal. Además, Barbie ha sido una fuente de inspiración para muchas mujeres jóvenes que han seguido su ejemplo y han convertido sus sueños en realidad.
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