Atrás quedaron los años en los que ser fan de las Barbies era una cosa de niñas. Si todos se reían de ti porque te emocionabas con el final de Barbie Fairytopia: La Magia del Arco Iris, pronto podrás librar tu venganza con la película en acción real que protagonizarán el próximo julio Margot Robbie y Ryan Gosling.
Dirigida por Greta Gerwig, la película de Barbie se estrenará el próximo 21 de julio, coincidiendo con el estreno de Oppenheimer, la próxima obra de Christopher Nolan. De hecho, se han hecho decenas de memes por esta casualidad, en los que hemos de decir que Barbie gana por oleada al supuesto gran largometraje del director.
Pero no todo es una broma. A pesar de que podría parecer que todos están haciendo la coña con Barbie y que realmente nadie tiene demasiado interés en ver la película, la realidad es más bien la contraria. De algún modo, la sociedad ha llegado al punto álgido en el que una película sobre Barbie parece una idea maravillosa, y con cada nueva noticia no hace más que aumentar el hype.
De hecho, el último tráiler revelado por Warner ha hecho que las ganas del público aumenten aún más. Y es que, si bien no deja muy claro cuál será la trama del filme, su tono humorístico, su diseño de producción y su reparto estelar ha hecho que aumenten las ganas.
Vale, ya va quedando un poquito más claro por qué todo el mundo se está volviendo loco con Barbie. Pero hagamos un resumen de sus claves para entender, de alguna forma, por qué esta película puede convertirse en el mayor blockbuster del año.
Una directora con algo que decir
A lo largo de los últimos años, se ha hablado bastante de una película de Barbie en acción real, incluso estuvo a punto de tener luz verde una adaptación protagonizada por Rebel Wilson en un largometraje que iba a hablar de que no todos los cuerpos tenían que ser perfectos, etc. Sin embargo, finalmente se tomó un camino alternativo, del que todavía no sabemos demasiado pero que tiene toda la pinta de dar en el clavo.
La primera clave para este proyecto es la directora que está detrás: Greta Gerwig. La cineasta es, probablemente, una de las mujeres más influyentes en el panorama actual. Es la directora de Lady Bird y Mujercitas, dos películas que tuvieron un gran recorrido y dejaron claro que el estilo de Gerwig es inimitable.
Solo hay que echar un ojo al tráiler para darse cuenta de que Gerwig ha ido mucho más allá de lo que lo haría cualquiera. Si bien todavía no sabemos muy bien de qué irá la trama, ya nos hemos dado una vuelta por su universo de muñecos en los que da lógica a todos los tropos de la muñeca de Mattel y les aporta un tono de humor divertidísimo.
De forma similar a los personajes de Toy Story 3, la Barbie de Margot Robbie y el Ken de Ryan Gosling parecen encajar perfectamente en el tono colorido y “de plástico” del largometraje. Son como los muñecos hechos realidad, y están muy pero que muy bien acompañados.
Un reparto estelar para hacer de muñecos
Margot Robbie parece nacida para hacer de Barbie, y eso es algo que sabemos desde su gran debut en Hollywood con El lobo de Wall Street. Tiene el aspecto y el carisma, y ha demostrado a lo largo de su carrera que tan bien se le da hacer de “tontita” como de mujer con carácter y mucha mala leche.
De momento, está claro que Gerwig ha tirado por esta primera opción para la película. Pero estamos seguros de que la actriz de Babylon nos tiene reservada alguna sorpresa para el transcurso del filme. De lo que no hay duda es de que, después de convertirse en la actriz mejor valorada de la industria, no ha escogido este papel por casualidad.
Al lado de Barbie hay otras Barbies, como Emma Mackey (una Barbie con un Nobel de física), Issa Rae (la Barbie presidenta) o Dua Lipa (la Barbie sirena). Aquí todas las Barbies tienen cabida, tanto en profesión como en aspecto, ampliando el espectro mucho más.
Del mismo modo ocurre con Ken. Ryan Gosling es el oficial, y el eslogan del filme —She’s everything. He’s just Ken— deja claro que su rol será mucho más pasivo y, por lo que parece, pesado. Además, está acompañados de otros Ken, como Simu Liu, con los que competirá.
El reparto lo completan humanos que pueden tener las pistas de qué irá la película. Will Farrell será el CEO de una empresa juguetera, probablemente la de Barbie, y por aquí tenemos cero dudas de que será el villano. ¿Qué ocurrirá exactamente? Bueno, quizás tomen el camino de la LEGO Película o quizás no tenga nada que ver con ello. Pero eso, de momento, es lo de menos.
Adiós al negro; hola al rosa
Al principio comentábamos la dicotomía entre que se estrenen Barbie y Oppenheimer el mismo día, y esto dice muchísimo sobre por qué la película de Gerwig puede arrebatar el título de blockbuster del verano a Nolan. Aunque no hay dudas de que ambas funcionarán, es interesante compararlas porque dice mucho de nuestra evolución como sociedad.
Cuando precisamente Nolan estrenó la trilogía del Caballero Oscuro, los espectadores pasaban por un momento en el que buscaban la sofisticación, el realismo y la oscuridad en las grandes películas, ya fueran de superhéroes o simplemente con vocación comercial.
Era lógico; veníamos de Batman Forever y no queríamos más bromas con los iconos pop que todos amábamos. Pero eso dio paso a una época muy sombría del cine; las adaptaciones de superhéroes tomaron un camino de oscuridad y coñazo —con el DC Universe, que en principio produjo el propio Nolan, como máximo exponente—. Y de repente hasta las Tortugas Ninja tenían que ser realistas.
Pero la propia Marvel, que también cayó en eso en muchas de sus primeras películas, fue aprendiendo la lección por el camino, y con la ayuda de Taika Waititi en Thor: Ragnarok y James Gunn en Guardianes de la Galaxia cambió la perspectiva. El mundo volvía a estar preparado para la fantasía, el color y la diversión porque sí. Y los últimos blockbusters han demostrado que este es el camino a seguir.
Desde Shazam! hasta Dungeons and Dragons: honor entre ladrones, que ha resultado ser un gran éxito de crítica a pesar de lo que parecía en un principio, las grandes películas ya no necesitan un aura de solemnidad para funcionar bien. El estilo Nolan sigue funcionando, pero ya no es necesario un Origen para creernos buenos espectadores. Ahora podemos, simplemente, deleitarnos con las aventuras de Barbie.
Sin duda, el camino tomado por Hollywood está volviéndose cada vez más curioso. Si bien vivimos con una sobresaturación de las IPs que provoca que todas las marcas tengan sus propias películas y ya ninguna producción se salva de tener muñecos a juego, no hay duda de que, como mínimo, se está intentando hacer bien.
La película de Barbie será el enésimo ejemplo de un juguete llevado al cine. Pero busca serlo de una forma distinta a lo que hemos visto, y el favor del público lo tiene mucho antes de llegar a las salas. Veremos si se convierte en un fenómeno real o si ha sido un espejismo rosa, pero de momento parece que la batalla está decidida.
Algunos de los enlaces añadidos en el artículo forman parte de campañas de afiliación y pueden representar beneficios para Softonic.
