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Antes de Tinder: las primeras citas por ordenador que se dieron a finales de los 50

¿Quién dijo que ligar antes era más fácil que ahora?

Antes de Tinder: las primeras citas por ordenador que se dieron a finales de los 50
Randy Meeks

Randy Meeks

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Tendemos a pensar que lo hemos inventado todo, pero en el fondo lleva años y años ya creado, solo que de maneras mucho más rudimentarias. Pongamos por ejemplo Tinder, Adoptauntio, Badoo o lo que quieras usar, la manera en la que ligamos en tiempos modernos, algo que nuestros abuelos no entenderían… Si no fuera porque en 1959 la gente ya estaba encontrando al amor de su vida gracias a un ordenador.

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En 1954 tuvo lugar un hito de la informática: se ensambló el IBM 650, el primer ordenador fabricado a gran escala. Más o menos: se produjeron un total de 2000 unidades que pesaban, cada una, 900 kilos. Como curiosidad, fue el primer ordenador que dio algo de dinero a sus desarrolladores… Y el que sirvió para asuntos más mundanos como, bueno, ligar.

Universidad de Stanford, 1959. Philip A. Fialer y James Harvey son dos estudiantes de matemáticas muy interesados en el devenir de la informática que preparan un proyecto final destinado a hacer historia. Su nombre no podía ser menos interesante: ‘Servicio de Planes de Familias Felices’ (aunque tiempo después ellos mismos lo renombraron como ‘Servicio de Planes de Matrimonio’), pero la idea tras él era buena. Pretendían unir a 49 mujeres y 49 hombres encontrando a las personas más compatibles entre sí. Spoiler: fue un absoluto desastre.

Las personas seleccionadas fueron sobre todo estudiantes de Stanford, pero también habitantes de Los Trancos Woods, donde los muchachos solían ir de fiesta. Cada una de estas 98 personas rellenaba un cuestionario y se pasaba por un programa creado por ellos. Este programa comparaba un miembro de una “clase” (o sea, un hombre) con todos los de la otra clase (mujeres) y repetían esto para todos los miembros de la primera. La pareja con la menor diferencia en puntuaciones del cuestionario se unía, y el proceso se repetía una y otra vez. El problema es que la primera pareja era ideal, sí, pero el resto, a medida que se iban eligiendo y descartando… se diferenciaban más y más.

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Fialer y Harvey solo tenían diez minutos al día para hacer su experimento con el IBM 650, y así no habrían terminado en la vida, por lo que decidieron lo más lógico: colarse de noche y procesar los 98 cuestionarios al mismo tiempo. Dicho y hecho: ya solo faltaba poner a prueba el éxito (o el fracaso) de su idea.

Los dos alumnos organizaron una fiesta en su casa de alquiler esperando haber dado en el clavo, pero ya se sabe que nunca se acierta a la primera y los pioneros quedan olvidados por la historia. También influye que algunas de las citas fueron tan desastrosas que llegaron a unir a madres solteras de 30 años con jóvenes vírgenes de 18. Ninguna de las parejas salidas de aquel ordenador acabó en boda y ambos decidieron que comercializarlo sería un sonado error.

Sin embargo, marcaron la línea a seguir que continúa hasta nuestros días. De hecho, en 1965 se lanzó la primera empresa dedicada a las citas por ordenador, ‘Operation Match’ y ese mismo año el mismo experimento dio lugar a la primera boda realizada jamás gracias a la informática: Marilyn Anderson y Gordon Keating todavía conservan el cuestionario de él como prueba de su amor entre chips, bytes y ordenadores exageradamente pesados.

El negocio floreció en los años siguientes, y la gente llegaba a pagar cuatro dólares de la época (unos veinte actuales teniendo en cuenta la inflación) por rellenar un cuestionario con preguntas como “¿Crees en un dios que responde a la oración?” o “¿Es la actividad sexual extensa en preparacion para el matrimonio parte de “crecer”?”. El sistema en el que estos cuestionarios se medían con otros era un IBM 7090, o sea, exactamente lo mismo que hicieron poco antes Fialer y Harvey. Solo que ganando dinero.

El sistema de encontrar pareja por ordenador acabaría evolucionando en los 80 en algo que seguro que habéis visto en películas: las cintas en VHS de pretendientes presentándose que enviaban a las casas de los solteros y las solteras para elegir a su -quizá- siguiente pareja. En 1995, finalmente, nacería Match.com de la mano de Gary Kremen, la misma persona que tuvo la inteligencia suficiente para registrar la web Sex.com en 1994 ganando más de 80 millones de dólares en ventas al mejor postor. ¡Ah! ¡Qué bonito es el amor!

Randy Meeks

Randy Meeks

Redactor especializado en cultura pop que te escribe en webs, revistas, libros, redes sociales, guiones, cuadernos y servilletas si no hay más sitios donde dar la chapa

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