Los runners, esa nueva “especie” surgida al albor de una de las generaciones más controvertidas de los últimos tiempos. Ya no vale con salir a correr, ahora hay que contarlo, hay que llevar el último modelo y que todo el mundo vea que has logrado batir tu récord de la vez anterior.
Es la mezcla perfecta entre deporte y tecnología. Pulseras que miden tu ritmo cardíaco y las calorías que has consumido, aplicaciones que no sólo recuentan los kilómetros que has hecho, sino que además están conectadas a tus redes sociales para que con un solo clic lo puedas lanzar a la inmensidad de Internet y mucho, mucho más.
Y, claro, como con todo buen movimiento social, las compañías no quieren quedarse atrás y han decidido sumarse a este nuevo reto que supone la incorporación de la tecnología al deporte. ¿Y qué pasaría si en vez de que esta transformación se produzca a través de dispositivos adicionales, lo hiciera a través de algo tan básico (y necesario) como es una zapatilla de deporte?
No sólo de dispositivos vive la tecnología
Pues para eso está Nike. La compañía americana ha sacado a la luz su última creación: una zapatilla cuya suela está compuesta únicamente por una nueva tecnología foam llamada React.
Nike Epic React Flyknit, que así se llama esta última creación, es una zapatilla destinada a las carreras, cuya característica principal es la de sustituir toda la suela por una gran capa de foam. La gran ventaja es que genera la sensación en el usuario de correr sobre un cojín gigante, ya que con cada paso que da tiene un pequeño rebote para facilitar el impulso. Para ello, el foam se encoge y vuelve a su posición normal para que el usuario pueda dar otro paso.
Anteriormente, Nike ya puso a la venta otra zapatilla con esta tecnología (llamada React) destinada a jugadores de baloncesto, pero en esta ocasión, además del foam seguía incluyendo una capa externa necesaria para proporcionar la estabilidad y el agarre para jugar a este deporte.
Además, esta nueva tecnología ha permitido, según datos de la propia compañía, crear una zapatilla con un 11 por ciento más de amortiguación respecto al modelo anterior, así como un 10 por ciento más de rebote. También ha cambiado la ligereza de la zapatilla, siendo un 5 por ciento más ligera que su predecesora.
Para encontrar la combinación ideal, en Nike han estudiado la forma en que los atletas corren y pisan en cada momento a través de estudios de mapas de calor que destacan las zonas en las que el modelo necesita una amortiguación especial y cuánta.
La moda de las zapatillas con foam
Nike no es la única que ha apostado por este material para sus zapatillas, ya que actualmente las compañías se están aplicando en encontrar otros materiales con los que crear sus modelos. De hecho, Adidas cuenta con su propia línea de zapatillas de running con foam, basadas en su propia tecnología que han llamado Boost. Y New Balance también tiene el suyo: Fresh Foam.
Pero no es algo que se ciña exclusivamente a zapatillas para profesionales del deporte, ya que hace algunos años surgió la moda de utilizar este tipo de calzado para el día a día. Son ejemplos de cómo la tecnología surge en un laboratorio, se experimenta, se utiliza y se perfecciona con el tiempo, llegando a conseguir acabados profesionales, pero también para gente corriente.
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