Si solo conoces a Batman y Robin de las películas, prepárate para lo que estás a punto de leer, porque hay mucho que explicar para llegar a lo que acaba de ocurrir en los cómics americanos. Para entender algo que ha pasado en 2023, tendremos que hacer varias paradas por el camino. Más concretamente en 1940, 1984 y 2016. Abrochaos los cinturones, porque estáis a punto de ver el momento en el que, 83 años después, el pupilo superó al maestro.
¡Santo bat-viaje!
Abril de 1940. Batman ya era un éxito en las páginas de ‘Detective Comics’, pero, además, estaba a punto de recibir a un secundario de oro, un niño que le ayudaría a combatir el crimen. Su nombre, Dick Grayson, un acróbata de circo cuyos padres mueren en una actuación y que es salvado por el Cruzado Enmascarado en el último momento. Le acoge como su pupilo, le da un traje bastante hortera incluso para la época y le llama Robin, El Chico Maravilla. Se llevarían de maravilla… durante casi 43 años.
Julio de 1984. Dick Grayson, miembro de los Jóvenes Titanes, deja de ser el ayudante de Batman y adopta un nombre que escuchó en Krypton unos años antes: Nightwing. Por su parte, Batman adoptaría un nuevo Robin, Jason Todd, cuyo destino se pondría en manos de los lectores cinco años después. Decidieron que muriese… Pero esa es otra historia que pasaría a la infamia de los cómics.
Mayo de 2016. Durante los eventos de ‘La guerra de Darkseid’, Batman consigue los poderes del Nuevo Dios del Conocimiento al sentarse en la silla de Mobius, que da omnisciencia a todo el que prueba su poder. Aunque asegura que está bien y puede dejarlo cuando quiera, lo cierto es que el poder le acaba corroyendo y se niega a levantarse, obstinado, hasta que Green Lantern le pone un anillo y consigue tener la suficiente fuerza de voluntad como para aceptar que puede dejar de ser un dios. Si ni siquiera Batman podría resistirse, ¿entonces quién?
Y llegamos a lo que acaba de ocurrir en el número 104 de ‘Nightwing’. El demonio Neron le da los poderes de un dios a Dick Grayson para tratar de corromperle y llevarse así el alma de Olivia Desmond, una niña que el antiguo Robin ha jurado proteger (y la hija de su archienemigo, pero ese es otro asunto). Si tiene poderes de dios podrá salvar a más gente, y a cambio solo del alma de una niña: Batman, como hemos visto, habría aceptado en un instante. “No va a pasar”, contesta Nightwing con una sonrisa, mostrando que incluso la tentación más grande no puede alejarle de su deber… Y el ejemplo final de que finalmente ha superado a su maestro ocho décadas después. ¡Santos bat-momentos emotivos!
