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Reduce el ruido de tu PC (I)

Abel Bueno

Abel Bueno

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Vamos a hacer un sencillo ejercicio de evocación: cerrad los ojos e imaginad que estáis en la pista de aterrizaje de un aeropuerto. Seguro que a alguien le ha sido más sencillo recrear la situación, y precisamente sea por el ensordecedor ruido que hace su equipo de sobremesa.

A medida que avanza la potencia y velocidad de los PC, es inevitable aumentar su refrigeración para que no se sobrecalienten a la primera de cambio. Sin embargo, disponer de un buen ordenador no está reñido con el silencio si tienes cuidado en algunos aspectos y, sobre todo, si pones empeño en que todos sus componentes sean de calidad.

A continuación veremos algunos consejos que te ayudarán a silenciar el sofocante siseo de tu ordenador.

Antes que nada, recuerda siempre que hay dos factores que intervienen en la cantidad de ruido de tu torre. Uno es la vibración y las turbulencias que producen los componentes mecánicos, el giro de los ventiladores y el viento que circula por la torre; el otro es el rozamiento de dichas piezas entre sí cuando se desgastan, y también con la suciedad que se acumula en las rendijas de ventilación.

Diga treinta y tres

La mayoría de las veces, la causa del ruido del ordenador viene de un solo lugar. Para evitar gastos innecesarios de tiempo y dinero, es conveniente que localices la pieza o piezas causantes del molesto sonido.

Lo más rápido en estos casos es ir conectando los componentes uno por uno, empezando por la fuente de alimentación y acabando por los periféricos menos esenciales: altavoces, lectores y grabadores de discos, etc. En este punto, normalmente, se detecta también si la pieza está defectuosa o simplemente necesita una buena limpieza.

Cada cosa en su lugar

Echa un vistazo rápido dentro de tu equipo y verás de tres a cinco ventiladores. Es normal que, con tal cantidad de aire generado, al pasar entre cables y componentes se produzca fricción y, por lo tanto, ruido. Una forma de evitarlo es mantener los cables apartados del flujo de viento y sujetos en racimos. A ser posible, procura que las fajas que los agrupen sean compactas y flexibles, y evita a toda costa usar gomillas o cinta aislante, ya que con el tiempo se secan y destruyen.

El ordenador de la izquierda te daría problemas… y no sólo de ruido

Las unidades de disco son componentes que también necesitan ser revisados dentro de la torre. Procura que estén siempre bien atornillados a la caja porque, en caso contrario, la vibración al leer o grabar un disco se transmite al resto de la misma.

Del mismo modo, asegúrate de que la posición de la propia torre sea la adecuada. Una superficie sin desniveles y un buen agarre amortiguarán cualquier vibración que produzcan los ventiladores. Un remedio fácil y económico es usar trozos de alfombrilla de ratón como sujeción, siempre y cuando no bloqueen la salida inferior de aire.

 

Sobre todo, limpieza

No es un consejo de madre, sino una obviedad. Con el tiempo, el polvo se acumula e introduce por cualquier rendija. Esto perjudica doblemente ya que, por una parte, causa fricción entre las aspas y los ejes de los ventiladores y, por la otra, bloquea la salida de aire y obliga al equipo a aumentar sus revoluciones para mantenerse fresco.

Una vez cada pocos meses, procura pasar una pequeña aspiradora por los lugares conflictivos: ventiladores, disipadores cercanos, ranuras por donde salga el aire… Si vas a usar un trapo, asegúrate antes de librarlo de toda corriente estática que pueda tener.

Si ninguna de estas soluciones caseras te ayuda a acabar con el molesto zumbido de tu torre, seguramente necesites un cambio de componentes. En la siguiente entrega, veremos algunos consejos para elegir piezas más silenciosas, sacrificando lo menos posible en refrigeración y eficiencia.

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