¿Os acordáis de los NFT? Sí, esas imágenes de monos feos y tonterías por el estilo que prometían ser el dinero del futuro y en menos de un año se quedaron en la nada después de promocionarse en programas como el de Jimmy Fallon. Aquella época en la que tener un mono con pinta de acabar de entrar en Proyecto Hombre era un símbolo de caché. Los tiempos han cambiado, los NFT son una burla (no fungible, eso sí) y los propietarios, muchos de ellos habiendo perdido cantidades terribles de dinero, siguen haciendo como que no ha pasado nada.
La fiesta del fracaso
Del 3 al 5 de noviembre, 2000 propietarios de Monos Aburridos se juntaron en Hong Kong para celebrar algo llamado ApeFest, una fiesta absolutamente imposible en la que celebrar absolutamente nada que se ha hecho por primera vez de manera internacional y en la que, entre otras actividades, se ha presentado un BMW cubierto de dibujos de monos.
Un DJ especializado en NFTs y grupos de música variados en lo que prometía serlo todo para unos pocos que realmente creen en el futuro de una industria claramente en decadencia… Y ha terminado convirtiéndose en una catástrofe. Y es que un buen número de los asistentes se levantaron el día siguiente a los conciertos y fueron al oftalmólogo inmediatamente por culpa de un dolor intenso.
Los propietarios de NFTs se fueron despertando a lo largo de la madrugada con dolor en los ojos e incluso ceguera, acabando en urgencias por culpa de, según se rumorea, las luces ultravioleta que solo se deberían utilizar para desinfecciones médicas y aquí han usado para alumbrar al público. Sabia decisión, sin duda.
Yuga Labs, los propietarios del negocio de los Monos Aburridos, dicen que solo el 1% de la gente que asistió ha sentido molesta (o sea, veinte personas) pero que se lo están tomando muy seriamente. Nadie vio venir que un evento relacionado con los NFT acabara en desastre, la verdad, qué gran sorpresa nos hemos llevado, ¿verdad?