Los personajes secundarios aparecen y desaparecen. Es ley de vida. Su popularidad sufre altibajos, escritores o directores se encaprichan de ellos, y pueden tener pequeños momentos de gloria. Ahora bien, salvo consigan encandilar al público, rara vez los vamos a ver de forma regular. Eso no quita para que, por su importancia en una época específica, a veces nos hace preguntarnos porqué se ha ignorado a determinados personajes. Porque, vamos a ir al grano, ¿qué ha sido de los ewoks? ¿Por qué no los utilizan ya apenas en Star Wars?
Haciendo su primera aparición en 1983 en el Retorno del Jedi, la tercera película de la trilogía original, los ewoks son una especie de ositos espaciales vagamente antropomórficos con muy poco conocimiento tecnológico que asestan un duro golpe al Imperio, lo cual permite a los Rebeldes acabar con el Emperador de una vez por todas. Lo peculiar es que si bien hoy son famosos, los ewoks nunca estuvieron entre los planes originales de George Lucas. La batalla final en la luna de Endor iba a ocurrir en Kashyyyk y el imperio se iba a enfrentar contra la especie autóctona de ese planeta, los wookies.
El problema es que George Lucas quería que esta fuera una lucha entre el imperio, tecnológicamente muy avanzado, y una especie primitiva, con un conocimiento tecnológico mínimo en una especie de eco de las guerrilas del Viet Cong y de las luchas de las tribus indígenas norteamericanas a la llegada de los europeos. Dado que Chewbacca se demostró que no sólo sabía usar armas, sino que tenía bastos conocimientos de ingeniería, ese plan no parecía adecuado para los wookies. Pero tampoco quería desecharlo del todo. De ese modo, nacen los ewoks.
Inspirándose en los wookies, Lucas buscó crear una especie de reverso de sus personajes originales. Eso supuso basarse en, principalmente, dos estrategias: invertir el nombre eliminando un par de vocales por el camino (de wookie a ewok) y hacer que donde los wookies eran grandes, los ewoks fueran pequeños. En lo demás, los personajes serían iguales a lo que había concebido. Físicamente fuertes, inteligentes a pesar de su conocimiento tecnológico limitado, muy peludos, de caras chatas y de tonos de pelo y ojos de tonos tierra. De ese modo, su idea es que si los wookies funcionaron entre el público, no había ninguna razón para que no lo hicieran los ewoks. Algo que les dio, incluso antes de que se estrenara la película, luz verde para aparecer en su propia línea de productos.
Esto se tradujo en que, en 1984, se estrenaron en EEUU dos películas de aventura que seguirían las peripecias de los ewok en la luna de Endor. En Caravan of Courage: An Ewok Adventure, una familia humana, los Towani, sufren un accidente interestelar y se estrellan en el satélite de los ewook. Poco después de su accidentado accidente, los adultos son secuestrados y los niños se encuentran con un ewok llamado Deej, el cual decide acogerlos y ayudarles a encontrar a sus padres, lo cual les conducirá a una pequeña aventura juntos. En su secuela, Ewoks: The Battle for Endor, un grupo de sanyassanos, una especie de reptiles humanoides de piel dura y rugosa, atacan el pueblo de los ewok y roban una célula de energía que los Towani necesitan para terminar de reparar su nave. Por esa razón los ewok y los humanos unen fuerza para ir tras ellos, derrotarlos y, una vez recuperada la célula, los Towani terminan de reparar la nave, dejando atrás Endor y sus peludos habitantes.
Decir que estas dos películas para la televisión no son obras maestras no sorprenderá a nadie. Son obras familiares, sin más pretensión que ser entretenidas, buscando demostrar que los ewok son un pueblo fuerte y pacífico de gente generosa y afable. Por desgracia, lo que lograron fue redoblar el odio que ya sentían de por sí los fans por estos peculiares personajes.
Desde la salida de El Retorno de el Jedi los ewooks han sabido abiertamente despreciados. Muy cuestionados por los fans, han sido considerados una inclusión forzada que está ahí exclusivamente para vender juguetes. Visión que las películas no hicieron más que reforzar — no había nada de lo que los fans esperan de Star Wars, sólo un producto claramente enfocado para los más pequeños. Eso hizo que la popularidad de los ewoks fuera mínima, lo cual sumado al discreto éxito de las películas, decidieran no seguir intentando explotar la imagen de estos peluchosos personajes. Incluso si han ido apareciendo aquí y allá, incluido en el final de la vilipendiada novena entrega The Rise of Skywalker.
Por eso, cuando hablamos de la desaparición de los ewoks en una época donde todos los personajes vuelven, no importa lo secundarios que sean, probablemente se deba a eso. No son personajes recordados con cariño. Se les ve como objetos de explotación, que están enfocados para un público infantil y nada más. Podría decirse que, de hecho, Star Wars es una franquicia que busca a un público familiar y no debería ser un motivo para atacar a unos personajes que tengan en mente al público infantil, pero la realidad es esa: los ewoks alienan a los fans. Por eso parece difícil que volvamos a verlos en un futuro protagonizando su propia serie o su propia película. Lo cual es una pena porque estos primos lejanos de los wookies se merecen mucho más respeto del que nunca se les ha dado.
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