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Por qué ya no uso Microsoft Word

Por qué ya no uso Microsoft Word
Fabrizio Ferri-Benedetti

Fabrizio Ferri-Benedetti

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Estoy escribiendo esto en Google Drive. Después, lo publicaré en Softonic. En ningún momento necesitaré Word. De hecho, hace meses que no uso Word para nada.

La mayoría de mis necesidades ya están cubiertas por aplicaciones en la nube, como Google Drive, Evernote y WordPress. Solo necesito Word cuando he de abrir formularios, revisar textos con control de cambios o maquetar documentos complejos.

Es más: en algunas de las tareas en las que Word tradicionalmente destaca, como la revisión ortográfica, he obtenido resultados más satisfactorios al escribir con Google Drive, quizá porque las sugerencias de Google se nutren del texto de miles de millones de páginas web.

Algo me dice que Word ha envejecido mal, que su lifting más reciente ha llegado demasiado tarde para rescatarlo del estancamiento en el que se ha asentado.

En los EEUU, Google Drive ya es más buscado que Microsoft Word (datos de Google Trends)

Word es muy fiel a sus orígenes, quizá demasiado

Empecé a usar Word en el 94. Por aquel entonces, la versión 6.0 tenía todo lo que yo necesitaba para editar textos con formato. Word 6 era rápido y sencillo, con solo dos barras de botones y una de menús. Para alguien que no quería complicarse la vida, Word era un editor perfecto, y su diseño era coherente con el del resto de utilidades de Windows.

Diez años después, Word seguía siendo en esencia el mismo de antes. La versión 2003 introdujo unas notas de color inquietantes, pero seguía teniendo las barras de siempre, y sobre todo no tenía Clippy, el asistente de Office que había molestado a incontables usuarios desde Word 97 y que se había desactivado por defecto en Word XP.

El trauma llegó con la versión 2007 y su ribbon. La cantidad de quejas sobre las pestañas, los fondos coloreados y la escasez de espacio se dispararon. Pero nos acostumbramos rápido, gracias en parte a la versión 2010, que permitía personalizar el ribbon. Y con Word 2013 asistimos finalmente a la vuelta a los orígenes: el documento como protagonista.

Pocas diferencias entre 1991 y 2013: Word ha regresado a la edición de texto pura

Google Drive y Evernote son más simples y mejor conectados

La versión 2013 de Word, en mi opinión la mejor hasta la fecha, ha llegado demasiado tarde para invertir la tendencia actual a migrar a servicios en la nube. Las aplicaciones de escritorio han sido desplazadas por aplicaciones móviles; Google Drive y Evernote han traído la edición de texto al navegador, a los móviles y a las tabletas.

En ambos casos nos hallamos ante aplicaciones sencillas, indispensables y, por encima de todo, conectadas. Al estar basadas en la nube, tanto Drive como Evernote facilitan el trabajo en equipo, mejoran la seguridad de los datos y han conseguido algo excepcional: que dejemos de enviar correos electrónicos o mover memorias USB de un PC a otro.

Para añadir Drive y Dropbox a Word 2013 tienes que usar este pequeño truco

Otro factor a tener en cuenta es la libertad que Drive y Evernote dan frente a Word cuando se trata de trabajar con sistemas operativos diferentes. Para subir un documento a la nube de Google no necesito instalar nada: abro un navegador en Mac, Linux o Android y ahí están mis escritos.

La crisis no es solo de Word, sino de la ofimática clásica

Microsoft está pagando cara su lentitud a la hora de adaptarse: ha perdido cuota de mercado en el segmento doméstico. Se habla de una “década perdida”. Y el uso cada vez menos frecuente de Word es un síntoma de ese declive. Algunos se preguntan si Microsoft no debería convertir Office -y Word con él- en un producto gratuito para todos.

Word Web App emula por completo la interfaz de Word 2013

Pero, incluso así, con un Office totalmente gratis, no veo por qué la gente debería regresar a Word. La gente no está dejando Word por LibreOffice, sino por Drive y Evernote.

La crisis no es de Office, sino de toda la ofimática clásica. La edición de documentos ya no se efectúa exclusivamente en el escritorio, sino en el navegador. Allí es donde Word debería presentarse con una propuesta original, y no un mero clon de la versión de escritorio.
¿Qué opinas del declive de Microsoft Word y de la ofimática de Escritorio?
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