Justo antes de Acción de Gracias, la empresa dijo que había llegado a un principio de acuerdo para su regreso. Esa semana vivimos una auténtica locura, una serie de acontecimientos que será motivo de una película dentro de no mucho tiempo con total seguridad.
Lo interesante de todo este movimiento es el papel que ha ganado Microsoft, socio indispensable de OpenAi que, tras las idas y venidas, ha conseguido un puesto de observador sin derecho a voto en la junta sin ánimo de lucro que controla OpenAI, según anunció la empresa el miércoles.
Pero, volviendo al meollo de la cuestión, Sam Altman está de vuelta y el gurú de la IA ha querido dejar unas palabras el día que vuelve a asumir el cargo de CEO de OpenAI. Vamos a ver qué dice.
Una vuelta triunfal, una victoria memorable
“Nunca he estado tan entusiasmado con el futuro”, dijo Altman en una nota a los empleados. “Estoy extremadamente agradecido por el duro trabajo de todos en una situación poco clara y sin precedentes, y creo que nuestra resistencia y espíritu nos distinguen en la industria. Me siento muy, muy bien sobre nuestras probabilidades de éxito para lograr nuestra misión”.
Ahora que tres de los cuatro miembros del consejo que decidieron despedir repentinamente a Altman ya no están, el nuevo consejo de OpenAI está formado por el presidente Bret Taylor, Larry Summers y Adam D’Angelo, el único que quedaba del consejo anterior.
La incorporación de Microsoft al consejo como “observador sin derecho a voto” significa que el gigante tecnológico tendrá más visibilidad en el funcionamiento interno de la empresa, pero no voto oficial en las decisiones importantes.
Microsoft es uno de los principales inversores de OpenAI, con una participación del 49% en la entidad con ánimo de lucro que controla el consejo sin ánimo de lucro.
Hasta ahora, no había tenido visibilidad en ese consejo. La destitución de Altman supuso una gran sorpresa y puso en peligro lo que se ha convertido rápidamente en una de las asociaciones más importantes del sector tecnológico.
Un portavoz de Microsoft declinó hacer comentarios sobre quién de la empresa ocuparía su puesto de observador. Pero, quién sabe, lo mismo es el propio Satya Nadella.
En su nota a los empleados, Altman afirma que no alberga “ninguna mala voluntad” hacia Ilya Sutskever, cofundador y científico jefe de OpenAI, que inicialmente participó en el golpe de estado de la junta y cambió de opinión después de que casi todos los empleados de la empresa amenazaran con dimitir si Altman no regresaba.
“Aunque Ilya ya no formará parte del consejo, esperamos continuar nuestra relación laboral y estamos discutiendo cómo puede continuar su trabajo en OpenAI”, explicó el nuevo/viejo CEO. Sin duda, los cambios van a comenzar, por mucho que nos vendan lo contrario.
