Buenas noticias para los fans de los juegos de Blizzard que viven en China. Después de que el gigante estadounidense no renovara los acuerdos de licencia con su socio local NetEase en enero, varios de sus títulos dejaron de estar disponibles en el país asiático.
Pero, según nuevas informaciones, Blizzard ha llegado a un nuevo acuerdo con NetEase que permitirá a los jugadores chinos acceder de nuevo a su biblioteca de títulos. En China las normas del gaming son muy estrictas.
En noviembre de 2022, Blizzard anunció que su acuerdo con NetEase, que le permitía publicar juegos en China continental desde 2008, expiraría el 23 de enero de 2023, al no llegar ambas partes a un acuerdo para renovar la licencia. Blizzard dijo entonces que no podía llegar a un acuerdo coherente con sus “principios operativos y compromisos con los jugadores y empleados”.
Historia de una ruptura y un reencuentro
Los intentos de prorrogar el acuerdo seis meses para que Blizzard pudiera encontrar un nuevo socio editor en China fracasaron. Las estrictas normas de juego del país exigen que los títulos extranjeros solo sean publicados por distribuidores locales para garantizar el cumplimiento de las normas de licencia.
Las empresas se acusaron mutuamente tras la ruptura de las conversaciones y, en enero, la mayoría de los juegos de Blizzard quedaron fuera de línea en China. NetEase demandó a Blizzard por los reembolsos que tuvo que pagar a los jugadores afectados.
Blizzard respondió con sus propias demandas, alegando infracción de la propiedad y competencia desleal sobre el juego Justice de NetEase, diseñado para atraer a los fans de WoW.
Sin embargo, parece que las relaciones entre ambas empresas se han restablecido a raíz de la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft, por valor de 69.000 millones de dólares.
Eso sí, los jugadores chinos aún tendrán que esperar un tiempo para poder jugar a WoW, Diablo 4 y Overwatch 2 sin utilizar medios no oficiales, como las VPN. El informe afirma que, una vez firmado el nuevo acuerdo, los juegos tardarán al menos seis meses en volver a estar disponibles mientras las compañías reconstruyen sus operaciones y prueban los servidores.
