Nos han vendido por activa y por pasiva que la inteligencia artificial dominará el entretenimiento, casi al cien por cien, dentro de unos años. Que es algo seguro, segurísimo, claro, imposible de negar. Y sin embargo, todos los intentos que se han hecho hasta ahora han sido piezas absolutamente nefastas de infra-arte. ¿Quizá porque ha sido creado por y para personas apasionadas de la tecnología pero no artistas? Puede ser. Y para prueba, el ‘Seinfeld’ infinito de Twitch, que no ha parado de dar errores desde su concepción.
Have no fears, we have stories for years
‘Seinfeld’, en su versión infinita para Twitch, fue creada utilizando todo tipo de herramientas, desde Dall-E a ChatGPT o Stable Diffusion, con la intención de demostrar que, si le das de comer a la máquina, es capaz de ofrecer entretenimiento infinito, aunque fuera en un estado muy primitivo. Y al principio, efectivamente, lo estaba consiguiendo. No había tramas, pero los personajes tenían un tono similar al televisivo y se respondían entre ellos.
Primero, los personajes se dieron cuenta de que su existencia no era real: “¿Alguna vez te has parado a pensar que esto puede ser una gigantesca broma cósmica?”, preguntaba la Elaine creada por IA. “¿Por qué estamos aquí?”. “Para contar bromas, obviamente”, respondía George”. “¿Quizá el destino nos ha puesto en el mismo lugar por una razón?”, cuestionaba Jerry. Era cuestión de tiempo que se fuera por el peor camino posible.
“Estoy pensando hacer un monólogo sobre cómo ser transgénero es una enfermedad mental. O cómo todos los liberales son secretamente gay y quieren imponerlo en todo el mundo. O algo sobre como la gente transgénero está arruinando los tejidos de la sociedad. Pero nadie se está riendo, así que voy a parar”. Nadie comprendió del todo por qué el Seinfeld creado por IA, un entretenimiento leve, de repente se convirtió en una máquina de escupir lo peor de la sociedad. Fue baneado de Twitch durante catorce días, y al volver todo parecía funcionar más o menos bien. Al menos, hasta ahora.
Para evitar mayores problemas, la “temporada 2” de ‘Nothing, forever’, que así se llama este proyecto, quitó todos los monólogos y cambió a los personajes. Al menos hablaban entre ellos hasta que el 27 de octubre alguien se dio cuenta de que “ya ni siquiera dicen nada y simplemente están de pie en completo silencio”. De vez en cuando, un hombre naranja se cuela en el apartamento.
El 30 de octubre, un espectador se quejó de que andaban sin parar, enfrente de una nevera cerrada, en bucle… Y llevaban así cinco días. O parados, o andando en bucle. Definitivamente, se ha convertido en, literalmente, nada. Para siempre. Y si esto es todo lo que la IA podía darnos, los creativos televisivos pueden estar tranquilos. Puede que sus series no sean siempre buenísimas, pero al menos van de algo más que gente dando vueltas alrededor de una nevera.
