La quiebra de Silicon Valley Bank ha generado una ola que puede afectar a todos los mercados, pero hay uno en concreto donde hay más dudas que nunca: China. ¿Por qué el país asiático? Pues tiene una explicación muy sencilla: por las startups chinas que pudieran estar avaladas por el banco en cuestión. Pero vamos antes con un poco de contexto.
En China se creó el SPD Silicon Valley Bank, una compañía donde estaba presente tanto el ya afamado Silicon Valley Bank como el estatal Shanghai Pudong Development Bank. Por este motivo, las dudas sobre la viabilidad de las startups que hubieran confiado en este banco estaba en tela de juicio; no obstante, parece que no va a haber problemas (o eso dicen).
De acuerdo a la entidad, todas las operaciones realizadas en suelo asiático se ejecutaron de manera independiente a las de territorio estadounidense, además de cumplir las normativas chinas. La entidad, de hecho, apunta en su comunicado que todas las operaciones efectuadas siempre fueron “sólidas y reguladas“, lo que aleja todos los posibles fantasmas que merodean sobre las cabezas de muchos analistas.
Esto no exime que algunas empresas chinas confirmaron tener depósitos en Estados Unidos, sobre todo en lo que respecta al sector farmacéutico y biotecnológico. Eso sí, son pequeños porcentajes que no representan un capital importante para las compañías en cuestión.
