Si mañana decidieran que la Coca-Cola se va a llamar P y Amazon pasará a conocerse como J, lo más posible es que todos pensáramos que sus dueños se han vuelto completamente locos. Sin embargo, hay quien apoya a Elon Musk haga lo que haga. En este caso, cambiar una marca que se ha colado en el lenguaje cotidiano (Twitter) por una letra que no le dice nada a nadie (X). Y a partir de esta extrañísima declaración de intenciones no ha sido capaz de dejar de meter la pata ni un solo momento.
Xeetear
Cuando el lunes decidió de forma irrevocable el cambio de nombre (y de intenciones: pretende convertirla en una plataforma de audio, vídeo y pagos), fueron muchas las dudas que vinieron a la cabeza de la gente: ¿Cómo se llamaría ahora Twitter Videos si XVideos ya está -ejem- cogido? ¿Por qué elegir un nombre que ya tiene copyright por parte de Meta? ¿Cómo se le ocurrió cambiar el logo de las oficinas sin permiso del ayuntamiento de San Francisco? Y lo más importante, ¿qué pasaría ahora con @X, la persona que eligió ese nombre hace 16 años?
Gene X. Wang era la persona detrás de la cuenta de Twitter más codiciada por Musk y que llevaba esperando un correo de Musk y los suyos desde que se anunció el cambio de nombre. Y llegó. Pero no le ofrecían una compensación económica o un reconocimiento de algún tipo, no: Musk, como buen multimillonario, cree que simplemente puede coger lo que le parece que es suyo. O sea, que le iban a coger el nombre de usuario después de una década y media por las buenas.
El mail, que llegó desde la dirección genérica del servicio técnico, también anunciaba que sus tuits -perdón, xeets- y seguidores pasarían a una nueva cuenta creada ex profeso para él, con el muy carismático nombre de @x12345678998765 (aunque probablemente se lo cambie, claro). Por lo visto, Musk llama a sus hijos con el mismo nombre que las cuentas de Twitter.
Al final, Wang acabó escribiendo en su nueva cuenta “Todo está bien si acaba bien” dando a intuir que, o bien al final ha recibido algo de dinero por parte de X, o bien al menos se ha conformado con que no le hayan eliminado la cuenta del todo. Su biografía sigue diciendo “Tiempos muy interesantes”, pero en el fondo ojalá vivir tiempos menos interesantes y seguir teniendo al pajarito azul. Se le echa de menos.
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