El pasado mes de abril, el Curiosity Rover de la NASA fotografió una serie de hileras de pinchos, placas y cuñas que sobresalían de las rocas halladas en el cráter Gale de Marte, de 154 kilómetros de longitud.
En su momento, Nathalie Cabrol, una astrobióloga del Centro de Investigación Ames de la NASA y del Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, definió este hallazgo como “la roca más extraña” que había visto en los 20 años que llevaba investigando Marte.
Ahora, The Telegraph se ha hecho eco de un nuevo artículo publicado en la revista científica Journal of Astrobiology donde se concluye que estas formaciones podrían ser consecuencia de fuertes terremotos en esa zona del planeta, aunque no descarta que también puedan ser consecuencia del impacto de una nave alienígena.
En concreto, el artículo menciona que los picos de arena fotografiados en abril se asemejan a los que se forman en la arena encharcada cuando tiene lugar un terremoto de magnitud siete o superior en la escala Richter. Sin ir más lejos, en nuestro planeta se han encontrado formaciones rocosas similares en el Monte Signal, ubicado cerca de la falla de San Andrés.
Sin embargo, los investigadores también afirman que “no se puede descartar con absoluta certeza un fragmento procedente de una nave extraterrestre o terrestre” y mencionan una fotografía tomada por el Curiosity Rover donde se aprecian lo que podrían ser ruedas, un eje y un montón de escombros.
“No hay forma de demostrar con certeza qué son los picos”, declaró a The Telegraph Richard Amstrong, primer autor del artículo y profesor de la universidad de Aston (Birmingham). “Pero el balance de las pruebas sugiere que se trata de ‘picos de arena’ provocados por la actividad sísmica de Marte”.
“Sospecho que las enigmáticas ‘ruedas’ son un fenómeno aparte. Las imágenes de Marte muestran a menudo extrañas formaciones y características que ‘parecen’ objetos familiares”, afirma el investigador. “Cualquier campo de escombros en Marte sufriría sin duda erosión con el tiempo, especialmente por el viento”.
¿Formaciones rocosas extrañas o una prueba de la visita de alienígenas al planeta rojo? Solo el tiempo lo dirá.
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