Publicidad

Noticias

Aquella vez que Bugs Bunny estuvo a cambiar su zanahoria… por un apio

Bueno, pues hola y apiós

Aquella vez que Bugs Bunny estuvo a cambiar su zanahoria… por un apio
Randy Meeks

Randy Meeks

  • Actualizado:

El 30 de abril de 1938, durante un corto de la gran estrella de los Looney Tunes por aquel entonces, Porky, apareció un pequeño conejo blanco destinado a hacerle la vida imposible al cerdito cazador. Desde entonces (y, sobre todo, desde la primera aparición oficial dos años después en ‘A wild hare’, ya con Elmer tratando de darle caza) Bugs Bunny se ha convertido en una de las estrellas más conocidas de los dibujos animados, con su característico “¿Qué hay de nuevo, viejo?”, sus orejas y su… ¿apio?

HBO Max DESCARGAR

Ah, pios puede ser

Todos sabemos que Bugs Bunny es un ávido comedor de zanahorias, igual que Popeye lo era de espinacas. De hecho, Mel Blanc, el doblador principal del personaje desde 1938 hasta 1989 (donde se hicieron los cortos más divertidos y populares), se metía en la cabina de doblaje con una zanahoria, para que los diálogos sonaran igual. Pero claro, cada vez que lo hacía, su constante crujido no dejaba escuchar el diálogo, así que solo había una solución: el doblador entraba en la cabina con una zanahoria… Y un cuenco para escupirla.

Para no tener que parar la grabación, en Warner probaron a hacer lo mismo pero con apio. No funcionó, claro: no sonaba exactamente como una zanahoria. Tampoco es que el personaje le hiciera ascos: hay dos cortometrajes donde come apio. Dos de más de 150. La zanahoria era una pieza tan vital y ligada a Bugs que en su momento de mayor éxito la venta de las mismas subió hasta las nubes en Estados Unidos.

Fue entonces cuando la Empresa de Apio de Utah, afincada en Salt Lake City, llamó a la puerta de Warner ofreciéndoles un trato irresistible: apio gratis de por vida a cambio de que Bugs dejara las zanahorias y se pasara a su producto. Hubo quien se lo pensó, pero enseguida dijeron que no. A ellos, y al Instituto Americano del Brócoli.

Eso sí, si nos ponemos técnicos, había un motivo real para que Bugs coma zanahorias: daba tiempo a que el público -no olvidéis que estos cortos se proyectaban en el cine antaño- riera a gusto antes de pasar a la siguiente broma. Eso es lo que había de nuevo, viejo.

HBO Max DESCARGAR
Randy Meeks

Randy Meeks

Redactor especializado en cultura pop que te escribe en webs, revistas, libros, redes sociales, guiones, cuadernos y servilletas si no hay más sitios donde dar la chapa

Lo último de Randy Meeks

Directrices editoriales