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Guerra Imperial

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La serie Total War puede definirse con una palabra: estrategia. Y es que Creative Assembly, sus creadores, han conseguido que la saga Total War se asocie a los mejores juegos de estrategia.

Empire: Total War es el décimo juego de la serie, si tenemos en cuenta todas las expansiones que ha habido. Poco a poco los creadores han ido introduciendo más y más conceptos que han hecho de este juego el exponente máximo de la estrategia.

Y es que Total War ha sabido definir como ningún otro título el género.

La Independencia de Estados Unidos como campaña principal
Empire: Total War tiene varias opciones de juego, pero el principal se centra en la independencia de los Estados Unidos. A través de cinco capítulos totalmente diferentes iremos viendo como son los comienzos de los colonos, hasta las batallas finales contra Inglaterra.

Cada capítulo está dividido a su vez en diferentes misiones que nos introducirán poco a poco en la amplitud estratégica de este juego. Estados que van desde la recolección de recursos hasta las batallas.

Sin embargo, Empire: Total War ofrece también la creación de campañas propias. Siempre en los mismos siglos, pero con las diferentes confrontaciones que sucedieron a lo largo de toda Europa.

La principal diferencia entre ambos modos de juego es que en el caso de la campaña principal, veremos también diferentes escenas cinemáticas.

Y claro, en un juego como este no podían faltar las opciones online, muy completas y que permiten disfrutar de campañas contra otros jugadores, batallas sorprendentes y, lo más importante, como el juego va por Steam, la estabilidad es realmente impresionante en estas partidas multijugador.

Estrategia en estado puro
Sea la opción que sea, pasaremos a comenzar la partida. Menos en la campaña principal, la victoria dependerá mucho de como hayamos configurado las cosas al iniciar la partida.

En la campaña principal, Creative Assembly ha optado por dividir cada momento en pequeños capítulos que tienen una serie de objetivos que nos dan al mismo tiempo recompensas.

Gracias a este sistema, el jugador no se encuentra tan “perdido” en la inmensidad de opciones que supone un juego como Empire: Total War.

Creative Assembly ofrece un sistema de juego que cubre prácticamente por completo todas las necesidades de un buen estratega. Dividido en gestión de recursos y en batalla. Un sistema que desde un principio funcionó en la serie Total War.

Cuando comencemos, lo haremos desde el mapa de la zona y veremos todo el continente con las diferentes bases y los diferentes recursos que hay en cada zona.

Estos recursos van desde crear campos de recolección de diferentes productos como el tabaco o el algodón, hasta granjas o minas. La forma de hacerlo es sencilla, porque al pinchar sobre el recurso en cuestión aparecerá un menú contextual con el que es posible escoger como explotar el recurso.  Además, también veremos los turnos que va a tardar en realizarse esa acción.

Desde esta pantalla gestionaremos nuestros ejércitos a través de otra pestaña de la interfaz. Crearlos es relativamente sencillo, porque tenemos que ir a una de nuestras ciudades y desde allí escoger que tropa crear y esperar los turnos necesarios.

Sin embargo, en Empire: Total War también hay que tener en cuenta que las tropas requieren de manutención y que un gran ejército requiere de mucho dinero. No es complicado encontrarse en situaciones en las que hemos querido crear demasiado pronto el ejército y hemos acabado con las arcas totalmente vacías y con la partida terminada porque no podemos sostenerlo.

En cuanto a la variedad de unidades, Empire: Total War tiene una mayor amplitud que otros juegos de la serie, sobre todo por el hecho de que se introduce el combate naval.

Empire Total War también ha visto mejorada su gestión diplomática, aunque en momentos puntuales, debido a rutinas demasiado estrictas, pueden pasar cosas extrañas.

Por ejemplo, en una de las primeras misiones del juego tenemos que entablar relaciones diplomáticas con un bando y poco después tenemos que pasar por su zona con nuestro ejército para llegar a un objetivo.

Para realizar esta acción entablaremos negociaciones y tendremos varias opciones por turnos y una de ellas para pasar por su territorio de manera indefinida. En principio no necesitamos muchos tiempo para pasar sus tierras, pero curiosamente, sea cual sea la opción de turnos que escojamos, la negociación se romperá. Sólo escogiendo el último punto irá como la seda. Algo incomprensible.

Pero todo cambiará cuando lleguemos al combate sobre el terreno.

Batallas épicas
Una vez más, Empire Total War, muestra batallas de dimensiones que sólo pueden ser consideradas épicas. En el caso de este juego, además, hay dos clases muy diferentes de batallas. Por un lado las batallas por tierra y por otro las navales.

Como en anteriores ocasiones, un ejército sólo puede estar formado por 20 batallones diferentes. Claro que cada batallón puede ser totalmente diferente. Por ejemplo los cañones son cuatro soldados o la caballería son 12, pero en el caso de la infantería, podemos ver 100 unidades al mismo tiempo.

Con esto queremos explicar que no es difícil plantearse una situación de hasta 2000 unidades al mismo tiempo en el campo de batalla. Controlar semejante ejército requiere de tomar decisiones a medio y largo plazo y, por eso, Creative Assembly nos pone un entorno bastante amigable.

Así, dirigir a las tropas es muy intuitivo y saber hacia donde van, más. Tras seleccionar la unidad, a continuación le indicamos con el botón de derecho hacia donde va. Se vera una flecha verde de hacia donde vamos. También, si mantenemos pulsado el botón podremos cambiar la formación. Todo de una forma muy intuitiva.

Este control es esencial porque al tener tantas unidades, los campos de batallas son inmensos y en algunos casos veremos como hay ciudades en medio que servirán para crear nuevas estrategias. En Empire: Total War, cada batalla es un mundo.

En las batallas por tierra también se ha mejorado mucho el apartado de asedios y batallas hacia fortalezas. Ahora podremos entrar desde más de un lado y las acciones se han integrado, sobre todo cuando necesitamos asaltar los muros, algo que no era claro en anteriores versiones.

Sin embargo, la mayor novedad del juego son las batallas navales que requieren de un cambio de chip por parte del jugador. Si bien Creative Assembly ha puesto una interfaz tan simple y eficaz como en las batallas por Tierra, en las batallas navales se ha tenido en cuenta el mar, el movimiento y, sobre todo, el viento.

De esta forma, el juego nos reta a secuencias en las que tendremos que tener en cuenta a que velocidad podemos avanzar, si es buena idea atacar desde un lateral o desde otro y, lo más importante, si las corrientes son las adecuadas.

Además, en las batallas navales no siempre el barco con más cañones gana y es que en una época en donde el viento influía tanto, hay que tener en cuenta que un barco rápido también puede conseguir decantar la batalla. Y por supuesto, dependiendo de la munición que utilicemos es posible que “aletarguemos” algunos de los barcos, gracias en gran medida a que hemos destruido gran parte de su tripulación.

Un apartado técnico impresionante, pero…
Desde Rome Total War, hemos visto como la serie ha tendido totalmente a las tres dimensiones. Para conseguir llevar las multitudinarias batallas a la pantalla del ordenador se había optado por diferentes opciones, algunas de ellas de bajísima calidad, sobre todo con la infantería. Sin embargo, a partir de Rome Total War nos encontrábamos con mapas, escenarios y batallones con gran detalle. Sólo había un problema, y es que requería de un impresionante despliegue técnico.

Empire: Total War va aún más allá. Visualmente es un juego absolutamente espectacular en el que hay batallas en las que podemos ver 2000 unidades al mismo tiempo, bajar hasta el suelo y ver con todo lujo de detalles las unidades: el color dorado de las casacas de soldados americanos, los tatuajes rituales de los nativos americanos y, claro, las cicatrices de algunos de los soldados.

Aún más espectacular es el combate naval, donde podemos ver el agua con unas texturas impresionantes, así como el detalle de los cañones al disparar, que muestran perfectamente el humo posterior a un disparo.

Y por supuesto, todo esto tiene un precio elevado. Si queremos ver Empire: Total War con todo detalle pensad en un ordenador de como mínimo 1000€ o más, con 4GB de RAM y una tarjeta gráfica de nueva generación. Tal vez, una de las pocas pegas que podemos sacarle a este juego.

Por último, decir que el juego está completamente en castellano y con una gran traducción, empleando términos históricos auténticos y, en cuanto al doblaje, decir que la interpretación de los actores  es prácticamente perfecta.

Nuestra opinión
Por derecho propio, la serie Total War se ha convertido en un referente de la estrategia. No sólo de la estrategia en tiempo real, sino de las estrategia militar, de recursos y de gestión. Empire: Total War ofrece eso mismo, pero mejorando algunos elementos como, por ejemplo, los asedios, e incluyendo otros que lo hacen si cabe más redondo, como las batallas navales. Lo único malo que podemos achacar al juego es su excesiva petición de requisitos de sistema y algunos puntos de la IA que está demasiado encorsetada en la campaña histórica para un jugador.

Lo mejor

  • ESTRATEGIA, con mayúsculas
  • Mejoras en los asedios
  • Nuevas batallas navales

Lo peor

  • Elevadísimos requerimientos de sistema
  • La IA está demasiado encorsetada

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