Como bien sabes, ayer Sam Altman volvió a cargo como CEO en la compañía más importante de inteligencia artificial: OpenAI. Esta vuelta al poder ha sido una de las historias más rocambolescas de la historia de tecnología.
Después de que el drama del CEO de OpenAI concluyera la semana pasada, un informe dejó caer una gran bomba sobre el trabajo más reciente de la compañía. OpenAI supuestamente se topó con un gran avance en IA llamado Q* (Q-Star) que podría amenazar a la humanidad.
El detalle procede de una carta que investigadores anónimos de OpenAI enviaron a la junta directiva antes del despido de Sam Altman. El recien descubierto algoritmo Q* podría haber sido uno de los avances clave que provocaron el despido de Sam Altman.
Sam Altman responde a los rumores
Ahora que Altman vuelve a ser consejero delegado de OpenAI, ha respondido en una entrevista a las preguntas sobre esos cinco días que transcurrieron entre su despido y su nueva contratación.
Sam Altman evitó referirse a las razones por las que la junta le despidió. Pero Mira Murati, CTO de OpenAI, dijo que los acontecimientos que acababan de producirse no tenían nada que ver con la seguridad de la IA.
La cuestión de Q* salió a relucir inevitablemente y Sam Altman reconoció en cierto modo la carta que la mencionaba. Y calificó todo el asunto de “filtración desafortunada”, lo que parece indicar que las preocupaciones expresadas en la carta son reales.
Fue Reuters la primera en informar sobre el algoritmo Q* justo cuando OpenAI volvió a contratar a Sam Altman. Aunque Reuters no había visto la carta, informó de que Q* lograba algo que la IA generativa no puede hacer de forma fiable. Eso es resolver problemas matemáticos:
“Gracias a sus enormes recursos informáticos, el nuevo modelo fue capaz de resolver ciertos problemas matemáticos. La fuente afirma que, a pesar de que solo es capaz de resolver problemas matemáticos al nivel de los alumnos de primaria, la superación de este tipo de pruebas hace que los investigadores se muestren muy optimistas sobre el futuro éxito de Q”, explicaba Reuters.
Esto podría ser un gran hito en el desarrollo de una IA más inteligente. Quizá sea uno de los pilares de la primera inteligencia artificial en la que está trabajando OpenAI.
Pero todo son especulaciones, ya que la empresa aún no se ha pronunciado al respecto. Altman solo ha confirmado que Project Q* es real, no en qué consiste o qué peligros puede suponer para la humanidad.
