Twitch está pasando por el peor momento de su historia. Según recoge Bloomberg, la plataforma de streaming, propiedad de Amazon, despedirá al 35% de su plantilla. Los despidos, que se anunciarán oficialmente esta semana, afectarían a unos 500 empleados.
Esta nueva ronda de despidos debilita aún más a una compañía que ya recortó cientos de puestos de trabajo el año pasado en medio de un cambio directivo, el aumento de los costes operativos y el descontento de la comunidad.
Poco después de que el cofundador y anterior CEO de Twitch, Emmett Shear, cediera su cargo al actual CEO, Dan Clancy, la empresa despidió a 400 trabajadores. Amazon suprimió otros 180 puestos de trabajo a finales del año pasado cuando cerró su canal Crown, la programación de Twitch gestionada por Amazon, y clausuró su grupo Game Growth, que debía ayudar a los creadores de videojuegos a comercializar sus trabajos.
Hace tan solo un mes, Twitch también anunció sus planes de cerrar el servicio en Corea del Sur, uno de los mayores mercados de esports del mundo, debido a unas tarifas de red “prohibitivamente caras”. En una publicación de blog en la que anunciaba el cierre, Clancy escribió que la compañía había estado operando con “pérdidas significativas” en Corea, y que no había “ningún camino a seguir” para funcionar de forma sostenible.
La gran paradoja es que, a pesar de su enorme popularidad, Twitch sigue luchando por obtener beneficios. Y es que su giro para dar prioridad a los ingresos por publicidad, que ha sido un punto de discordia entre los espectadores y los streamers, no ha sido fructífero. Según Bloomberg, la compañía sigue sin ser rentable casi una década después de que Amazon la adquiriera. A esta situación habría que sumar la “fuga” de ejecutivos de Twitch, la última este pasado mes de diciembre.
Los elevados costes operativos a los que tiene que hacer frente Twitch para mantener los contenidos en directo a gran escala son la clave. En una publicación de blog de 2022, Clancy afirmaba que cada streamer de gran volumen en Twitch le cuesta a la empresa unos 1.000 dólares al mes, citando las tarifas de vídeo interactivo de Amazon Web Service: “Ofrecer vídeo en directo de alta definición, baja latencia y siempre disponible a casi todos los rincones del mundo es caro”.
