Hace unos años, HBO consiguió alzarse como la mayor plataforma de todas gracias a Juego de Tronos, serie que consiguió una audiencia sin igual en la historia de la televisión. Con cada nueva temporada de Juego de Tronos, los récords aumentaban, y pronto la competencia quiso hacerse con su propia serie de fantasía.
Amazon Prime Video lo hizo por partida doble con La rueda del tiempo y la reciente El Señor de los Anillos: Los anillos de poder. Y Netflix apostó por lo seguro con una IP que ya lo estaba petando en videojuegos y que había demostrado ser ya un clásico de la literatura fantástica: The Witcher. Con Henry Cavill al frente, nada podría salir mal… y se prepararon para lanzar la serie.
Ahora, con la tercera temporada recién estrenada, el panorama parece ser muy distinto. Amazon no ha conseguido los grandes éxitos que esperaba. Y Netflix ha apostado mucho por The Witcher, pero aunque la primera temporada funcionó relativamente bien, la segunda descendió y los números de la tercera han sido mucho más bajos. Además, desde el principio ha habido mucha polémica con la manera de adaptar la serie: ya en la primera temporada advertían que se estaban saliendo bastante de la obra de Andrzej Sapkowski, y en las siguientes esto se ha evidenciado.
¿El resultado de todo esto? Henry Cavill, el mayor fan de la obra de Sapkowski y el Geralt de Rivia más entregado que podrían tener, ha terminado abandonando la serie. El actor era famoso por dar apuntes creativos constantemente, saberse de P a Pa toda la obra del autor y querer respetar al máximo su visión. Pero una y otra vez se estaba dando de bruces contra los guionistas de la serie… hasta que no pudo más y terminó abandonándola.
¿Llega el final de The Witcher a Netflix?
Para más inri, desde Netflix no buscaron una solución al uso, y creyeron que con sustituir al actor protagonista era suficiente. ¿Y a quién pusieron en lugar de Henry Cavill? Ni más ni menos que a Liam Hermsworth. Puede que como actor no dijera demasiado, pero estamos hablando de un hombre odiado por doquier este mismo año tras el lanzamiento de Flowers, la canción de Miley Cyrus dedicada directamente a él. Es como si a Gerard Piqué le hubieran ofrecido ser Batman tras la canción de Shakira.
Entre el amor a Cavill —que se despidió del personaje entre lágrimas en un vídeo que encogió el corazón de los fans—, el odio previo a Hermsworth y la mala audiencia de la tercera temporada, es evidente que una cuarta temporada no parece ser la mejor idea. Es una lástima, claro, porque todavía quedan varios libros de la saga por adaptar e incluso, como sabemos por los videojuegos, podrían extenderlo mucho más allá. Sin embargo, es lo que toca si tenemos en cuenta que, más allá de todos estos problemas, se ha sumado uno nuevo: la huelga de guionistas y actores.
Todo Hollywood está paralizado actualmente. Desde mayo, cuando la WGA comenzó a manifestarse para unas mejores condiciones para los escritores, no se están desarrollando nuevas series, películas ni temporadas. Y ahora tampoco se puede rodar ni hacer promoción de nada realizado, puesto que los actores se han sumado a la causa. De este modo, a Netflix no le ha quedado otra que anunciar que la temporada 4 de The Witcher —entre otras series— se ha suspendido indefinidamente. Y no se reanudará la producción hasta que la situación se aclare.
Pero ¿es solo por la huelga o han aprovechado esta excusa para cancelar The Witcher? Si bien estaba siendo uno de los estandartes de la plataforma, ha quedado claro que en Netflix no han sabido hacer las cosas bien con esta IP. Y, antes de gastarse una nueva millonada en un producto que no funcionará de seguro, es evidente que parece el momento de recoger cable y cancelar a tiempo.
De acabar con la serie, nos quedaremos con tres temporadas con sus más y sus menos que, como mínimo, han conseguido trasladar parte del espíritu de Sapkowski a la pequeña pantalla. Pero esta parece ser una idea mucho mejor que seguir con una nueva temporada con un rostro diferente y unos guionistas que ya han demostrado no estar a la altura. Sea como sea, Netflix parece haber desaprovechado una oportunidad de oro con una marca que ya de por sí tenía fans propios.
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