Tesla parece haber confirmado sin querer que está trabajando en una tecnología que permitirá que los futuros modelos Tesla se carguen de forma inalámbrica, utilizando tecnología inductiva.
En lugar de hacer pública la declaración a través de un comunicado de prensa, la información se dejó caer sutilmente en una entrevista con Jay Leno (vía Electrek), en la que el diseñador jefe de Tesla, Franz von Holzhausen, dijo al antiguo presentador del Tonight Show: “Estamos trabajando en la carga inductiva. En ese momento ni siquiera hace falta enchufar nada. Solo conduces sobre la almohadilla en tu garaje y empiezas a cargar”.
Esta filtración parece corroborar anteriores menciones a dicha tecnología. Las especulaciones sobre la carga inalámbrica surgieron cuando Tesla se burló de una plataforma de carga en una presentación que tuvo lugar durante su Día del Inversor en marzo de este año.
Apareció en pantalla una imagen de un Tesla aparcado sobre una alfombrilla en un garaje, así como una imagen del próximo proyecto Diner de la compañía en California.
Si unimos los puntos, parece que Tesla está pensando en instalar la carga inductiva en su próximo destino de ocio, lo que tiene sentido si tenemos en cuenta que los coches que acudan a la estación de Supercargadores Drive-in permanecerán aparcados durante varias horas.
Una idea realmente mala, desde el punto de vista de la eficiencia
Como ocurre con muchas de las tecnologías “revolucionarias” de Tesla, no es la primera vez que las vemos aplicadas al mundo del automóvil. BMW anunció su Programa Piloto de Carga Inalámbrica allá por 2018.
Dicho esto, ha habido una serie de problemas que han arruinado la adopción generalizada de la tecnología inductiva inalámbrica hasta ahora. A diferencia del smartphone, que es fácil de colocar en posición para la carga inalámbrica, los vehículos eléctricos tienen que aparcarse con la máxima precisión.
En segundo lugar, los vehículos deben estar equipados con un componente secundario para permitir la carga inalámbrica, lo que añade un peso adicional que, a su vez, afecta drásticamente a la autonomía propuesta de un vehículo eléctrico.
Por último, las velocidades de carga son lamentablemente lentas, ya que la innovación de BMW solo alcanza los 3,2 kW. Eso está bien para una carga nocturna prolongada en un garaje, pero no es adecuado para la red pública.
Teniendo esto en cuenta, ¿es realmente tan difícil coger un cable físico y enchufarlo? Parece que Tesla piensa que sí, y es probable que cobre una pequeña fortuna por ofrecer esta tecnología como extra opcional cuando finalmente salga a la venta. Y no hablamos de la energía que se pierde al transmitirla por forma inalámbrica.
