Desde la última vez que Estados Unidos se enfrentó a unas elecciones generales, el mundo ha cambiado en gran medida. No había una guerra en Ucrania ni Israel había invadido Gaza. Pero, lo que más impacta en la vida de la gente ordinaria: no había herramientas de inteligencia artificial tan fáciles de usar… para bien y para mal.
OpenAI, por necesidad, ha estado pensando en lo mismo y hoy ha actualizado sus políticas para empezar a abordar la cuestión.
The Wall Street Journal se hizo eco del nuevo cambio de política, que se publicó por primera vez en el blog de OpenAI: ChatGPT, Dall-e y otros usuarios y creadores de herramientas de OpenAI tienen ahora prohibido utilizar las herramientas de OpenAI para hacerse pasar por candidatos o gobiernos locales, y los usuarios tampoco pueden utilizar las herramientas de OpenAI para campañas o grupos de presión.
Los usuarios tampoco pueden utilizar las herramientas de OpenAI para desalentar el voto o tergiversar el proceso de votación.
Medidas necesarias para que las elecciones sean justas
Además de ser más firme en sus políticas sobre desinformación electoral, OpenAI también tiene previsto incorporar las credenciales digitales de la Coalition for Content Provenance and Authenticity (C2PA) a las imágenes generadas por Dall-E “a principios de este año”.
Actualmente, Microsoft, Amazon, Adobe y Getty también colaboran con la C2PA para combatir la desinformación mediante la generación de imágenes por IA.
El sistema de credenciales digitales codificaría las imágenes con su procedencia, lo que facilitaría enormemente la identificación de imágenes generadas artificialmente sin tener que buscar manos raras o ajustes excepcionales del botín.
Las herramientas de OpenAI también empezarán a dirigir las preguntas sobre el voto en Estados Unidos a CanIVote.org, que suele ser una de las mejores autoridades en Internet para saber dónde y cómo votar en Estados Unidos.
Pero todas estas herramientas están aún en fase de despliegue y dependen en gran medida de que los usuarios denuncien a los malos actores. Dado que la IA es en sí misma una herramienta que cambia con rapidez y que nos sorprende periódicamente con maravillosas poesías y mentiras descaradas, no está claro hasta qué punto funcionará bien para combatir la desinformación en la temporada electoral.
Por ahora, la mejor opción sigue siendo la alfabetización mediática. Eso significa cuestionar cada noticia o imagen que parezca demasiado buena para ser cierta y, al menos, hacer una búsqueda rápida en Google si ChatGPT te descubre algo totalmente descabellado.