Han pasado cinco años desde el debut de Grogu en The Mandalorian, y ha tenido que ser la serie Star Wars: The Bad Batch la que ha dado por fin a Star Wars la oportunidad de explicar por qué es buscado por el Imperio.
Aunque The Bad Batch se centra en la Fuerza Clon 99 y en los acontecimientos que siguieron directamente al ascenso del Imperio Galáctico tras la Orden 66, la serie de animación lleva conectando con The Mandalorian desde la primera temporada.
Ahora, la temporada 3 de La Remesa Mala (en español) ha redoblado estas conexiones y está ayudando a explicar aspectos vitales de la serie de acción real, especialmente en lo que respecta a la clonación.
A Grogu lo quieren por su alto recuentro de midiclorianos
El estreno de la tercera temporada de Bad Batch reveló que la sangre de Omega puede soportar una transferencia de “recuento M” elevado sin degradar el espécimen. Aunque el público sabe que los recuentos M son midiclorianos, los personajes no tienen ese mismo lujo, por lo que ignoran que Omega es vital para el Proyecto Nigromante, el plan de contingencia del emperador Palpatine para clonarse a sí mismo que, en última instancia, conducirá a su regreso en Star Wars: El renacimiento de Skywalker.
La historia de Omega es paralela a la del propio Grogu, y desde entonces ha permitido a Star Wars explicar un aspecto vital de su historia.
El episodio 8 de la tercera temporada de The Bad Batch, titulado “Bad Territory”, ha confirmado por fin que el Imperio ofrecía recompensas a individuos con un elevado recuento de M. Al igual que los Inquisidores Imperiales, estos cazarrecompensas estaban destinados a cazar personas con altos recuentos de M, que o bien se confirmó que eran sensibles a la Fuerza o tenían el potencial para mantener la transferencia, para el Imperio y su experimentación en el Proyecto Nigromante.
Estas recompensas de recuento M eran de un valor extremadamente alto, lo que las hacía atractivas para los cazarrecompensas, como se vio en The Mandalorian con Grogu.