Los equipos SP80 y Syroco han echado al agua sus extraordinarios barcos. Con el aspecto de un par de naves espaciales alienígenas y tiradas por cometas ultrarrápidas en lugar de velas sobre mástiles, ambas máquinas están construidas para alcanzar velocidades aterradoras y sin precedentes.
El actual récord mundial de velocidad a vela se mantiene desde hace poco más de una década en 65,37 nudos (121,06 km/h), establecido por Paul Larsen en el Vestas Sailrocket II allá por 2012. El sector naval está de revoluciones.
Hay una razón por la que nadie ha ido más rápido: los mástiles rígidos proporcionan una excelente palanca, por lo que cuando se intenta aprovechar la fuerza del viento en serio, quieren volcar el barco.
Dos diseños totalmente diferentes
Pero los récords están hechos para batirse, y tanto el equipo SP80 como el Syroco están adoptando enfoques radicalmente distintos al de Larsen. Ambos equipos han fijado una velocidad objetivo de 81 nudos (150 km/h), con la esperanza de pulverizar el récord actual.
Y ambos están utilizando enormes cometas para evitar volcar, y ambos han recorrido un largo camino que empezó en 2021.
Si se tratara de un concurso de belleza, el SP80 se llevaría la palma. Se podría modelar en 3D este elegante trimarán, revestirlo de plata, poner Naboo de fondo y hacer que Natalie Portman saliera de la cabina para una película de Star Wars.
Este diseño de 10,5 m (34,4 pies) tiene capacidad para dos personas en tándem: una en el asiento trasero para manejar la cometa sujeta a un brazo de control situado detrás de la cabina, y otra para dirigirla. El diseño se centra en mantener los tres cascos en contacto con el agua, para que la corriente de aire a alta velocidad no lo vuelque.
En agosto, el equipo del SP80 lo llevó al lago Lemán, donde alcanzó los 30 nudos tirado por una embarcación, para contrastar las mediciones de resistencia aerodinámica con las predicciones realizadas por ordenador. Compruébalo:
El equipo trabaja ahora en la puesta a punto de la parte de la vela, empezando por lo más pequeño y aumentando el tamaño, la potencia y la velocidad con el tiempo.
Uno es una nave espacial, el otro es… no lo sabemos
En cuanto a Syroco, es una tontería llamarlo barco. El equipo lo llama “yate ingrávido”, pero en realidad es una cometa con un hilo que baja más o menos recto hasta el agua, donde se une a un ala hidroala. Cuando el hidroala y la cometa tiran el uno del otro, el hilo se tensa.
En medio de la línea hay una especie de casco y cabina con forma de tiburón que se eleva fuera del agua, de modo que cuelga unos metros en el aire mientras el barco navega.
Debe de ser el primer diseño de hidroala que hemos visto en el que el casco y el foil están unidos por una línea flexible de alta tensión y no por un soporte sólido.
La velocidad de los hidroplaneadores se limita naturalmente a unos 100 km/h por un proceso llamado cavitación, en el que el ala del hidroplaneador crea una zona de alta presión en un lado y una zona de baja presión en el otro, y la zona de baja presión baja tanto que el agua empieza a vaporizarse, creando una enorme resistencia.
Este equipo ha tenido prototipos volando desde finales de 2021. Al principio, la cometa se sustituyó por un brazo de grúa unido a un barco de apoyo, pero ahora ya está en marcha y volando únicamente con energía eólica, con una pequeña cometa unida.
Y posiblemente sea por las bajas velocidades del viento con las que están haciendo las pruebas, pero Dios mío, esta cosa tiene un aspecto de lo más impreciso. Echa un vistazo:
Sospecho que la gente de Air Syroco tendrá que comprar unas cuantas bolsas de vómito cuando empiecen a poner personas de verdad a bordo. Y si no me crees, mira el vídeo de más arriba.
Ambos equipos seguirán afinando, retocando, probando y acelerando, y estamos deseando ver hasta dónde pueden llegar estos extraños diseños. Desde luego, es divertido tener a dos equipos innovadores y con recursos persiguiendo el récord a la vez.
