Incluso cuando una relación parece que va bien, puede que existan problemas que no veamos desde fuera, y en algunas ocasiones, esos problemas acaban desencadenando una ruptura. En el caso que traemos hoy, más que amor había intereses comerciales, unos intereses que podrían haberse esfumado.
Y es que Blue Origin, la compañía aeroespacial fundada por el dueño de Amazon, Jeff Bezos, pretendería romper una colaboración corporativa creada hace años con la empresa Sierra Space para construir una nueva estación espacial, y está reasignando a sus trabajadores a otros proyectos.
Según recoge Reuters, gracias a fuentes cercanas a la compañía, la empresa de Bezos reasignó a principios de año a la mayoría de sus empleados que trabajaban en el proyecto Orbital Reef, la que iba a ser una estación espacial comercial. Los trabajadores se reasignaron a otros programas, incluyendo un nuevo contrato de alunizaje con la NASA.
A pesar de esta aparente ruptura, un portavoz de Blue Origin afirmó que Sierra Space continuará siendo socio de Orbital Reef, aunque se desconoce cómo. Entre el personal que se retirará supuestamente del proyecto se encuentra Brent Sherwood, el jefe de los Programas de Desarrollo Avanzado de Blue Origin que supervisa Orbital Reef, que abandonará la empresa a finales de 2023.
Además, otros empleados de Blue Origin que habían trabajado en Orbital Reef se habrían asignado a un programa secreto de “movilidad espacial” para desarrollar satélites maniobrables. Una oferta de empleo publicada hace 25 días describe el proyecto como un “sistema de gestión de satélites de vanguardia, capaz de operar una gran constelación de vehículos con un pequeño equipo”.
Las fuentes consultadas por Reuters afirman que Blue Origin seguiría trabajando en su propia versión de una estación espacial sin la colaboración de Sierra Space, pero se desconocen los detalles. De momento, la NASA no ha recibido ninguna notificación del cambio en la asociación, un requerimiento del contrato que firmaron las compañías.
