En 1998, el Departamento de Justicia de EE.UU. demandó a Microsoft por utilizar su dominio de la plataforma Windows para reprimir la competencia de los navegadores web rivales. En Estados Unidos el antitrust es muy poderoso.
Desde entonces, la empresa ha relajado su control sobre el software que los fabricantes de ordenadores pueden instalar en sus productos, lo que ha provocado el aumento de la popularidad de los navegadores de Internet rivales.
Y la noticia de hoy tiene algo que ver, ya que Microsoft ha anunciado que va a separar la aplicación de mensajería y vídeo empresarial Teams de su software Office a escala mundial.
Una medida que quiere evitar la multa por monopolio
La empresa separó los dos productos en Europa el año pasado ante una posible multa de los organismos de control de la competencia.
Teams se añadió a Office en 2017 y la Comisión Europea ha estado investigando el movimiento después de una queja de su rival Slack en 2020.
Un portavoz de Microsoft dijo a la BBC que el movimiento es para “garantizar la claridad para nuestros clientes”. Y que también “aborda los comentarios de la Comisión Europea al proporcionar a las empresas multinacionales más flexibilidad cuando quieren estandarizar sus compras en todas las geografías”.
Microsoft indicó en un blog que Teams Standalone costará 5,25 dólares (4,20 euros) para los nuevos clientes. Pero no está claro si la decisión de la empresa de separar Teams de Office bastará para evitar los cargos antimonopolio de la Unión Europea (UE).
En la última década, Microsoft ha acumulado 2.200 millones de euros (2.400 millones de dólares) en multas antimonopolio de la UE por vincular o agrupar dos o más productos.
Si se le declara culpable de infracciones antimonopolio, se arriesga a una multa de hasta el 10% de su facturación anual global.
Tras la separación de Teams de las suites Microsoft 365 y Office en Europa el pasado octubre, la plataforma apenas experimentó cambios en el tamaño de su base de usuarios, según la empresa de inteligencia de mercado Sensor Tower.
