Había muchas ganas de saber quiénes serían los astronautas que irían a la Luna cinco décadas después en la misión Artemis 2. Tras muchísimo tiempo estudiando a los diferentes participantes, la NASA ha dado su veredicto: la Luna recibirá tanto a la primera mujer de la historia como al primer hombre negro. De los 24 astronautas que han orbitado o pisado la Luna, nunca había sucedido esto. Ya tocaba.
Ahora bien, ¿quién es quién? El primero de ellos es el comandante de la misión, Reid Wiseman. El estadounidense no es un novato en esto: era el jefe del cuerpo de astronautas de la NASA e incluso estuvo en la Estación Espacial Internacional como ingeniero de vuelo en 2014. En otras palabras, tiene experiencia en el espacio, por no hablar de que también estuvo al mando de la investigación submarina NEEMO21.
El piloto de la misión será Victor Glover. Astronauta también desde 2013 y con formación militar en la fuerza aérea, es el primer hombre negro que viajará a la Luna. También será la primera vez para una mujer, Christina Koch, ingeniera eléctrica de profesión que ostenta el vuelo espacial continuo más largo realizado por una mujer en la Estación Especial Internacional. Y nos falta el último astronauta, Jeremy Hansen, canadiense que pertenece, precisamente, a la Agencia Espacial Canadiense y con amplia experiencia en la fuerza aérea.
Y ahora, la misión
Ya hemos hablado largo y tendido de los astronautas, ¿pero qué es Artemis 2? Detrás de este nombre se esconde la misión tripulada que tiene como objetivo establecer “presencia a largo plazo en la Luna”, es decir, que nuestro satélite sea algo más que lo que vemos en el cielo: que sea un lugar donde la humanidad también posea una base. Pero vayamos más a un futuro cercano, que para esto queda bastante tiempo.
La idea de Artemis 2 es que despegue a finales de 2024, aproximadamente. Los astronautas tendrán un viaje de 10 días desde que despegan hasta que vuelven a la Tierra. Durante ese periodo, la nave llegará a la Luna, la sobrevolará a 10.000 kilómetros (dándole la vuelta) y regresará a nuestro planeta. Por tanto, hay que dejar claro que en esta misión no se va a pisar la Luna, es decir, será una prueba de vuelo con tripulación para prepararse de cara al futuro. ¿Qué se busca con esto? Pues varias cosas.
La primera de ellas es ver si tanto el cohete SLS como la nave Orion vuelven a rendir igual de bien. Ya durante Artemis I se comprobó que sí, que funcionaban adecuadamente al ser dos prodigios tecnológicos tanto en nave como sistema de lanzamiento, pero ahora se chequeará si los soportes vitales trabajan bien en condiciones diferentes. De hecho, desde Europa aportamos el módulo que garantiza elementos tan básicos como el agua, la electricidad, el aire o la propulsión. Ahí es nada.
Si Artemis 2 fuera sin problema alguno, la NASA se prepararía para lanzar en un futuro Artemis 3. Pero esto ya es correr demasiado, dado que lo principal es ver cómo se desempeña Artemis 2. De hecho, la tercera misión no está prevista para antes de 2025.
Queda mucho por ver y conocer, pero hay muchas ganas de ver qué nos depara el futuro en materia espacial.
