5000 novelas. Más de 400 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo. Estas cifras estratosféricas podrían pertenecer a una editorial al completo a lo largo de toda su existencia, pero realmente son solo de una mujer. Para más inri, española: María del Socorro Tellado López, más conocida como Corín Tellado. Escribió su primer libro en plena bancarrota de su familia, allá por 1946, con solo 19 años. No paró hasta que, en 2009, con 81 años, falleció. Y 62 años de escritura sin parar dan para mucho.
De Corín Tellado nunca había pasado
Haz las cuentas: hacer 5000 libros en unos 62 años de carreras dan a unos 80 por año. O sea, dos por semana aproximadamente. Y eso que la autora, después de publicar ‘Atrevida apuesta’, su primera novela, estuvo a punto de meterse en una zapatería. Por suerte, su capacidad de escribir cien páginas en apenas un par de días la hicieron conocida en la España franquista, donde siempre se pedía más y más. Vale, la IA puede ir más rápido, al contrario de lo que hemos dicho en el titular, pero a tanta calidad es imposible.
En 1962 ya era tan famosa en todo el mundo que se la consideró la segunda escritora en castellano más leída de la historia solo detrás de Cervantes. Y, pese a todo, ella seguía en guerra por defender sus derechos. Incluso llegó a enfrentarse cara a cara con la editorial por la que había fichado por una cifra astronómica para la época porque republicaban sus novelas antiguas con otro nombre, estafando al público.
Es muy posible que tengas a Corín Tellado en tu casa. O en la de tu abuela. ‘Boda clandestina’, ‘Nos venció el amor’, ‘Irene tienta al misántropo’ o ‘Convenio sentimental’ son solo algunas de las obras de una mujer que apenas conoció el amor en la vida real (se casó por despecho y se separó unos años después) y que murió tal como imaginó que lo haría: con tres novelas sin publicar y enfrente de la máquina de escribir.
Tellado llegó a usar un apodo para escribir novela erótica (Ada Miller, fingiendo que eran traducciones del inglés) y hasta tuvo un par de adaptaciones al cine y varias decenas a la telenovela. Lo curioso es que jamás amasó una fortuna millonaria. Vivió bien, le compró una casa a sus hijos y se dedicó a vivir después de perder dinero en un juicio millonario con Bruguera. En un mundo moderno es casi obligado avergonzarse de haber leído las desventuras románticas de Tellado, pero quizá ya sea hora de reivindicar la novela popular. ¿Para cuándo un biopic?
