Cuando hablamos de récords, prácticamente todo el mundo tiene en mente a un ser humano (o varios) llevando a cabo una gran hazaña. Y, bueno, también nos solemos imaginar que es algo que se hace en la Tierra. A pesar de que hay más de un récord batido en el espacio (casi siempre por astronautas), lo cierto es que estos no suelen ser muy frecuentes.
Pues hace pocas semanas, ocurrió esto mismo. El 27 de septiembre, la sonda solar Parker de la NASA se convirtió en el objeto más rápido creado por el ser humano. La sonda enviada por la agencia espacial estadounidense alcanzó una velocidad de 635.266 kilómetros por hora cuando se acercó al Sol a una distancia de tan solo 7,26 millones de kilómetros, más cerca que cualquier otra nave espacial antes.
La sonda solar Parker se lanzó en agosto de 2018 con el objetivo de estudiar la corona del Sol, la capa más externa de su atmósfera. Para ello, utiliza la asistencia gravitatoria de Venus, que le permite perder energía orbital y “caer” más cerca del Sol. La sonda tiene previsto hacer un último sobrevuelo por Venus y alcanzar su máxima aproximación al Sol a finales de 2024, a solo 6,16 millones de km de su superficie.
Pero no solo bate récords de velocidad y distancia, sino también científicos. La sonda solar Parker de la NASA ha sido la primera en atravesar una eyección de masa coronal (CME), una erupción gigantesca de plasma que el sol expulsa al espacio.
El momento fue recogido por la cámara de la sonda, que sobrevivió sin recibir daños. Al analizar las imágenes, los científicos podrán entender mejor cómo funciona el Sol y cómo predecir las tormentas solares que afectan a la Tierra.
La sonda solar Parker es una maravilla de la ingeniería y la exploración espacial que nos está revelando los secretos del astro rey, y nos hace testigos de su increíble poder.