¿Te pareció que durante el 2023 sudaste más de lo normal? Pues no es cosa tuya, es que el pasado año la Tierra registró sus temperaturas más altas desde que hay registros. Y, ahora, las mediciones han sido confirmadas por cinco organizaciones independientes.
2023 ha sido el año más caluroso jamás registrado. Los análisis independientes de la NASA, la NOAA, la OMM, Copernicus y la Oficina Meteorológica del Reino Unido han llegado a la misma conclusión. El año también batió otros récords y se produjeron una serie de fenómenos meteorológicos graves en todo el mundo.
Cada organización trabaja con un conjunto de datos y técnicas ligeramente diferentes, lo que da lugar a pequeñas variaciones entre las cifras exactas a las que llegan. Sin embargo, las cinco coincidieron en que 2023 fue más cálido que el anterior año récord, 2016, por un amplio margen.
¿Cuánto de más cálido fue 2023?
La NASA descubrió que la temperatura media global de la superficie fue 1,2 °C superior a la del periodo de referencia que utiliza, de 1951 a 1980. La NOAA obtiene la media de todo el siglo XX y concluye que la de 2023 fue 1,18 °C superior.
Copérnico, la OMM y la Oficina Meteorológica utilizan una línea de base preindustrial de 1850 a 1900, y descubren que 2023 es entre 1,45 y 1,48 °C más alto que ese periodo. Por regiones, África, América del Norte y del Sur experimentaron el año más caluroso jamás registrado, mientras que en Europa y Asia fue el segundo más caluroso.
También se alcanzaron otros récords de temperatura a lo largo del año. Cada mes, de junio a diciembre, estableció un récord mundial, siendo julio de 2023 el mes más caluroso jamás registrado, con el día y la semana más calurosos jamás registrados, y culminando con el verano más caluroso jamás registrado en el hemisferio norte.
Por primera vez, todos los días de 2023 fueron más de 1 °C más cálidos que la media preindustrial, y casi la mitad fueron más de 1,5 °C más cálidos. Dos días de noviembre fueron más de 2 °C más cálidos que esa media, un umbral que no se había cruzado antes.
Los océanos también sufrieron. Entre abril y diciembre, la temperatura global de la superficie de los océanos registró máximos históricos todos los meses, mientras que el hielo marino de la Antártida alcanzó las extensiones máximas y mínimas más pequeñas de su historia.
El contenido de calor en la parte superior de los océanos también fue el más alto jamás registrado, un valor que se mide con el calor que se almacena en los 2.000 m superiores del océano. Esto hace que la atmósfera retenga más calor y vapor de agua, lo que a su vez provoca fenómenos meteorológicos más extremos.
Como siempre, los científicos implicados en los estudios apuntan al cambio climático inducido por el hombre, que cada vez se manifiesta de forma más alarmante. Esperemos que las advertencias no caigan en saco roto.
