Puede que exista una imagen estereotipada de que los señores mayores son los que más caen en el timo del Príncipe Nigeriano. Para nosotros, los jóvenes, solo la gente mayor puede caer en los timos de toda la vida… estamos muy equivocados.
La sorprendente verdad es que la Generación Z, los nacidos entre finales de los 90 y principios de los 2010, sufre muchas más estafas que sus abuelos boomer.
Una encuesta reciente de Deloitte muestra que, mientras que el 5% de los boomers declararon haber sido estafados en Internet, el 16% de los usuarios de la Generación Z, más del triple que los de la generación anterior, habían sido víctimas de los mismos delitos.
La generación Z también vio sus cuentas de redes sociales pirateadas más que los boomers (17% frente a 8%) y su información de localización fue utilizada indebidamente más que cualquier otra generación.
Unos datos que dejan muy mal a una generación nativa digital
Ciberdelitos como el phishing, el robo de identidad, las estafas románticas y el ciberacoso afectan más a las generaciones jóvenes que a las mayores. En lo que respecta al fraude, el 44% de los adultos jóvenes de entre 20 y 29 años han sido víctimas, frente a sólo el 23% de los que tienen entre 70 y 79 años.
La situación parece empeorar para los jóvenes. Vox señala que las víctimas de estafas online menores de 20 años perdieron un total estimado de 8,2 millones de dólares en 2017. En 2022, esa cifra se situó en 210 millones de dólares.
Probablemente, la principal razón por la que los más jóvenes son víctimas de estas estafas es que, sencillamente, están mucho más tiempo conectados a Internet.
Pero hay otras explicaciones menos obvias. Su dependencia de la tecnología, por ejemplo, aumenta las posibilidades de que se topen con un correo electrónico o un anuncio convincentes que en realidad son una estafa.
Ser nativo digital, el principal handicap
Las generaciones más jóvenes que crecieron con Internet suelen sentirse mucho más cómodas con ella, priorizando la comodidad sobre la seguridad.
Un estudio de 2020 descubrió que, aunque la Generación Z era muy consciente de la seguridad en Internet, les iba peor que a los millennials a la hora de aplicar realmente estas prácticas.
Además, el hecho de que la Generación Z se sienta más cómoda conociendo gente por Internet también aumenta sus posibilidades de ser víctima de una estafa romántica.
Tanneasha Gordon, directora de Deloitte que dirige el negocio de datos y confianza digital de la empresa, dijo a Vox: “Ellos [los más jóvenes] compran mucho en línea, y hay tantos sitios web fraudulentos y plataformas de comercio electrónico que literalmente se adaptan a ellos, que los llevarán desde la plataforma de medios sociales en la que están a través de un anuncio fraudulento”.
El timo del influencer: en qué consiste
Un tipo de estafa que se dirige a mucha gente joven es la llamada estafa del influencer. Suele consistir en que un desconocido pide a alguien con una cuenta en las redes sociales que sea embajador de una marca y le ofrece una muestra gratuita. Se pide a la víctima que pague los gastos de envío y facilite su dirección, pero el artículo nunca llega.
Un informe de la ONU reveló el mes pasado que cientos de miles de personas de todo el mundo han sido víctimas de la trata y se ven obligadas a participar en operaciones de estafa en línea, por lo que esto no es un práctica menor, es un problema real que afecta a las personas.
En resumen, el conocer cómo funciona internet nos convierte, curiosamente, en más confiados y despistados. La gente mayor, por el contrario, es más recelosa de dar sus datos en la red. Paradojas de la vida.
