SpaceX estrenará numerosas mejoras en el segundo lanzamiento de su megacohete Starship. Las esperanzas sobre esta nave espacial no pueden ser mayores, ya que si todo sale bien llevará humanos a Marte en un década.
Estas mejoras incluyen un importante cambio en la forma en que se separan las dos etapas del cohete, mejoras en el sistema de propulsión y una plataforma de lanzamiento reforzada en el sur de Texas que debería soportar mejor la explosión de los 33 motores principales.
“Hay un número enorme de cambios entre el último vuelo de la Starship y éste, más de mil”, dijo Elon Musk, fundador y consejero delegado de SpaceX. “Así que creo que la probabilidad de que este próximo vuelo funcione, llegando a la órbita, es mucho mayor que el anterior. Quizá sea como del 60 por ciento. Depende de lo bien que lo hagamos en la separación de etapas”.
Más de 1.000 cambios para que el cohete no explote
Musk esbozó algunas de las modificaciones del cohete Starship en un debate en Twitter Spaces el sábado con la periodista Ashlee Vance. Dijo que el próximo cohete Starship y las actualizaciones de la plataforma de lanzamiento en las instalaciones de Starbase en el sur de Texas deberían estar listos para el próximo vuelo de prueba en unas seis semanas. “Eso es lo mejor que sabemos en este momento”, dijo Musk.
El vehículo Starship está diseñado para ser totalmente reutilizable, y SpaceX planea utilizarlo para poner satélites en órbita, construir buques cisterna de reabastecimiento y depósitos de propulsante, y eventualmente transportar carga y tripulación a la Luna y Marte.
El objetivo a largo plazo de SpaceX es sustituir su cohete Falcon 9 y la cápsula Dragon por el vehículo privado Starship.
Los responsables de SpaceX se mostraron satisfechos con el resultado del primer vuelo de prueba completo de la Starship el 20 de abril, que alcanzó una altitud de aproximadamente 38 kilómetros antes de quedar fuera de control tras múltiples fallos del motor y la pérdida del sistema de dirección del cohete.
El vuelo de prueba estableció el récord del cohete más grande y potente jamás lanzado, con 120 metros de altura y unos 15 millones de libras de empuje de sus motores Raptor alimentados con metano.
El cohete está dividido en dos segmentos. Una etapa de refuerzo denominada Super Heavy, con 33 motores Raptor, está diseñada para impulsar el vehículo a través de la atmósfera terrestre, y a continuación una etapa superior con seis motores -conocida simplemente como Starship- toma el relevo para acelerar hasta la velocidad orbital.
Uno de los cambios más significativos que SpaceX está introduciendo en el diseño de la Starship es la separación del propulsor de la etapa superior, que se produce unos tres minutos después del despegue. El vuelo de prueba de la Starship en abril no alcanzó el hito de la separación de la etapa.
“Hicimos una especie de cambio de última hora que es realmente muy significativo para la forma en que funciona la separación de etapas, que es utilizar lo que se llama ‘puesta en escena en caliente’, donde encendemos los motores de la etapa superior, o nave, mientras que los motores de la primera etapa, o etapa de refuerzo, todavía están encendidos”, dijo Musk.
Los cohetes rusos, como el Soyuz, llevan décadas empleando esta técnica, pero no se utiliza en ningún lanzador estadounidense moderno. Normalmente, los cohetes apagan sus motores de refuerzo durante unos segundos antes de eyectar la primera etapa y encender el motor de la etapa superior.
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